e los autores de "Salvemos el verano" y "Salvemos las Navidades", llega (de nuevo) "Salvemos los toros", con la versión local de Enrique Maya "Salvemos, por lo menos, los toros en San Fermín".

¿Los toros? De acuerdo que dejan un remanente importante para la Casa de Misericordia. Unos tres millones de euros cada temporada. Es mucho dinero, pero, puestos a rescatar, prefiero rescatar a los residentes de la Meca que a los toreros. Además esta es una buena ocasión para debatir sobre el futuro en nuestra ciudad de esta salvajada trasnochada, testosterónica y, además, aburrida.

En cualquier caso, todo el mundo es consciente de que las corridas de toros de San Fermín son bipolares. Nada tiene que ver el tendido de sombra con el de sol. Pretender que se guarden las distancias y los protocolos en sol, es quitarle su esencia. Si estamos más o menos de acuerdo en que este año tampoco se pueden celebrar los sanfermines porque son lo más anti-covid que pueda haber, es impensable, de la misma manera, celebrar corridas como las de hasta ahora€ ¡Un momento! A no ser que estén pensando, con la excusa del aforo y las distancias, en hacer unas corridas para unos cuantos aficionados taurinos, de los de verdad, dejando fuera a las peñas (tan molestas, protestonas y rojas). Sí. Lo veo. El único problema sería que de taquilla se sacaría muy poco, pero entonces se le da una ayuda directa a la Misericordia, algo que le va a parecer bien a todo el mundo, y ya está. ¡Ya tenemos a los ganaderos y a los toreros contentos, y una feria del toro como Dios manda, con sus peinetas, sus pelos engominados y su fino manzanilla! ¡Olé y ole!

¿Y los encierros? Buf, eso otro día.