l bautismo de fuego de la División Azul, la unidad que durante la II Guerra Mundial mandó Franco a Rusia para ayudar a Hitler, tuvo lugar en el río Volhov, en otoño de 1941, con victoria para el bando nazi y sus aliados hispanos. En conmemoración de este glorioso hecho, casi 80 años después, la Guardia Civil bautizaba como Operación Volhov el operativo lanzado el pasado miércoles contra empresarios catalanes vinculados al independentismo. Memoria histórica de la buena. La redada había sido ordenada por el juez Joaquín Aguirre, titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, basándose en un informe de la propia Guardia Civil. Los autores del mismo sospechan, y así lo han expresado, que días antes de que el Parlament catalán votara la Declaración Unilateral de Independencia en octubre de 2017, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, le ofreció a Carles Puigdemont el envío de 10.000 soldados a Catalunya para apoyar la causa independentista. La oferta incluía, además, el pago de la deuda catalana, siempre según el informe del Benemérito Cuerpo. No sólo el juez Aguirre, algunos medios estatales de comunicación, tanto escritos como audiovisuales, dieron también crédito al disparate, abriendo telediarios y primeras planas de periódicos. Otros habituales miembros de la orquesta, adoptaron esta vez una postura más prudente, relegando el bombazo informativo a lugares secundarios. Mientras, las redes se inundaron de memes y montajes sobre el tema, en los que un Putin tocado con barretina era uno de los temas recurrentes. La normalmente seria embajada rusa en Madrid, reaccionaba con un tuit, en el que, directamente, se descojonaba del juez y la Guardia Civil. Para el fin de semana quedaban en libertad sin cargos los últimos detenidos de la Operación Volhov, una victoria más del imparcial y veraz sistema judicial y policial español contra los enemigos del Estado. Y van€