o hay comparación posible con la Mary que interpreta Cameron Díaz en la película de los hermanos Farrelly, pero algo pasa con Maya. Algo le ha sucedido a don Enrique en el confinamiento para emprender esta frenética carrera de fatales despropósitos como regidor pamplonés en temas de lo más sensible para la ciudad. Comenzando por el área de movilidad, se apresuró al cierre del tráfico de vehículos particulares por la calle Amaya sin antes actuar en el corredor del Labrit y tuvo que rectificar prácticamente a las horas ante el mogollón montado. A esta chapuza le sucedió inmediatamente la ocurrencia de plantear un impuesto a la bicicleta, un disparate colosal por contravenir la lógica de la descontaminación planetaria y la dinámica de amabilización de los enclaves urbanos, en la que la vieja Iruña transita con demasiado retraso. Además de mediar una manifiesta incongruencia ideológica al colisionar esa nueva tasa a la bici con las tesis liberales en materia tributaria de la derecha clásica. Y luego está el proceloso asunto de los no Sanfermines por mor del coronavirus todavía latente. Desde el imperativo sanitario de suspender oficialmente estas fiestas de impronta internacional -y en consecuencia abiertas al mundo de par en par-, quien se dice "pamplonés de pro" como Maya debería haber previsto ya que algo celebrará la población autóctona al menos los días 6 y 7. A su manera y con cautelas, sí, pero en cualquier caso en la calle. Y lo único concreto que se ha propuesto desde su entorno -aunque él ahora lo niegue- es sugerir a las comisiones de fiestas de los barrios que organicen actos para que los vecinos no suban al centro, incluyendo por ejemplo calderetes cuando el ayuntamiento vetará las mesas en la vía pública para comidas del 6 al 14 de julio, el culmen del disparate. Cabe colegir por tanto que con la desescalada plena Maya agrega a la antigua normalidad de su minoría en el consistorio la nueva de cometer flagrantes errores no forzados impropios de alguien tan curtido en política y que además repite alcaldía tras una legislatura completa en la oposición. Tal vez a Maya le pase que en su ecosistema sobran ínfulas y falta materia gris. Por comentar.