asadas las fiestas navideñas, la sociedad navarra retoma el pulso de la normalidad limitada en que lleva inmersa desde la irrupción de la pandemia. La vuelta a los colegios marca para decenas de miles de familias el fin de las vacaciones y pone fin a una relativa autolimitación de la movilidad de las personas. El inicio del periodo de rebajas, que arrancó como es tradicional ayer día 7 de enero, traerá consigo también un mayor movimiento hacia los comercios, en especial las grandes superficies. Los centros de trabajo, asimismo, vuelven a su ritmo previo a esos días de vacaciones que se dejan para fin de año. Y todo ello se produce en una coyuntura extremadamente delicada en lo que a la evolución de la pandemia se refiere. El informe de Salud Pública ya sugería el pasado miércoles la necesidad de recuperar las restricciones del pasado noviembre con especial incidencia en la hostelería y el comercio. No obstante, el Gobierno de Navarra se ha dado de plazo hasta la próxima semana para adoptar decisiones concretas a la espera de la evolución de los datos estos próximos días. La situación en Navarra aún no es tan grave ni mucho menos como la que se vivió en octubre y noviembre, pero el temor a una tercera ola y sus consecuencias sanitarias es una realidad. Las celebraciones de la Nochebuena y Navidad ya han dado lugar a un repunte de los contagios en los datos difundidos estos días por el departamento de Salud, pero aún queda por comprobar qué progresión se derivará de los excesos cometidos por muchas personas, pese al comportamiento ejemplar de una amplia mayoría de la sociedad navarra, durante la Nochevieja y el día de Año Nuevo. Más aún cuando el mayor porcentaje de contagios ya se produce en domicilios particulares. La tasa de positividad se ha situado durante varios días por encima de los valores que se consideran aceptables para ir domando la excepcionalidad sanitaria. No hay ningún motivo para un optimismo que pueda llevar a relajar las medidas preventivas. Los técnicos de Osasunbidea analizarán este fin de semana la evolución del virus entre nosotros y posiblemente el día 11 el Gobierno decidirá si toma medidas más estrictas. El panorama que se presenta empieza a recordar al vivido tras el verano, cuando una relajación social excesiva y la vuelta al cole trajeron consigo una dura segunda ola. Evitar una nueva vuelta atrás similar o peor -no hay que olvidar que los fallecimientos o las graves secuelas continúan-, es tarea de todos.