Es increíble estos doctores de Historia, Arquitectura, estas tertulianas chonis, estos aparejadores con silla de concejal, cómo defienden la pasarela de Labrit que se cae a pedazos, y cómo se callaron cuando se expolió y destruyó el tesoro histórico y artístico y arquitectónico que guardaba la plaza del Castillo. Callaron por amiguismo, por paniaguados, por miedo. Fueron colaboradores por su silencio. Y ahora son irresponsables peligrosos por su rabia partidista.