El sentido común de la política, ése al que siempre se refería Rajoy, dice que Sánchez será presidente y no será necesario repetir otra vez las elecciones. Parece difícil que alguien que aspira a presidir un Gobierno desperdicie la oportunidad de lograr ese objetivo. Pero el día a día de la embarrada e ineficaz política española apunta a que lo que no parece posible, sea finalmente lo que ocurra: que Sánchez fracase en su intento de ser investido presidente y haya que acudir de nuevo a las urnas. Será su responsabilidad, claro, ya que él es el responsable, como líder de la lista más votada en el Congreso, de conformar una mayoría política que le facilite estabilidad institucional. Y hasta ahora no parece que lo haya conseguido. Ni siquiera que esté dispuesto a lograrlo. Pretender que con solo 123 votos de 350 todos los demás apoyen tu investidura a cambio de nada es sólo un mal sueño de verano. Es cierto que Iglesias y Podemos, al menos a mi juicio, se equivocaron al rechazar la oferta de una vicepresidencia y cuatro ministerios. Más allá del mayor o menor contenido de esos cargos, la presencia en el Consejo de Ministros y desde ahí la visualización de su discurso y propuestas en el conjunto del Estado y en el ámbito internacional eran premios de alto nivel. Pero todo ha quedado en más de tres meses de dimes y diretes, una bochornosa batalla por los reproches en las redes sociales y las tertulias de radios y televisiones para construir cada cual eso que llaman un relato afín a sus intereses de partido. El interés general ni está ni se le espera en ese ejercicio de la no política que están protagonizando las izquierdas españolas. Si Sánchez quiere ser presidente lo será. Como lo ha sido Chivite en Navarra, con diálogo y negociación para llegar a acuerdos. No lo tiene difícil. Si no quiere serlo, dudo que lo pueda ser tras unos nuevos comicios de incierto resultado para sus intereses. Como en otros ámbitos de la vida, las oportunidades no siempre pasan dos veces. Y para Sánchez está será ya la cuarta. De momento, de vacaciones.