Seis años después de la última cita multitudinaria, y 36 después de su primer Oinez, la ikastola Argia de Tudela convoca mañana a todos los navarros y navarras y a todos los euskaltzales de Euskal Herria en apoyo al desarrollo y normalización de esta lengua en la Ribera, donde los ciudadanos no disfrutan de los mismos derechos lingüísticos que en otras zonas de Navarra. Una fiesta inclusiva con el simple objetivo de la normalización del euskera en esta zona de Navarra. Nada más y nada menos. Parece absurdo en pleno siglo XXI, pero es la triste realidad. Más aún tras la sentencia del TSJN que anula la posibilidad de valorar el euskera como mérito -que no como requisito- para algunos puestos de la Administración, al igual que ya ocurre con otras lenguas extranjeras, en la mal llamada zona no vascófona y trata de eliminar la visualización de esta lengua propia de Navarra de señales viarias y rotulaciones oficiales. Una sentencia cuyo fondo argumental se parece mucho a los discursos más obstruccionistas al desarrollo normalizado del euskera de los sectores más extremistas de las derechas. Tras la sentencia, el actual Gobierno busca un consenso máximo en el Parlamento que saque el euskera del debate político en el que se trata de instalar de forma permanente. Está bien esa búsqueda de un pacto amplio, aunque tenga mucho de ingenuidad política. Porque si hay algo evidente a estas alturas es que Navarra Suma y sus medios afines y otros sectores políticos ajenos a las derechas nunca van aceptar un acuerdo que les impida seguir utilizando el euskera como un elemento clave de su estrategia de fomentar la confrontación institucional y social entre ciudadanos y territorios de Navarra. Esperar eternamente -sabiendo que nunca van a llegar- a quienes solo utilizan el euskera para el enfrentamiento es aceptar el chantaje de su veto al acuerdo. La imposición al conjunto de los navarros y navarras de su estrategia contra esta lengua histórica de Navarra. Siguen siendo tiempos de acudir. Un día de fiesta, cultura y solidaridad. Allí nos vemos. Ongi pasa!