icen que los ojos son la parte de nuestro rostro que más comunica, que a través de ellos no solo vemos el exterior, sino que se nos ve el interior, hasta nuestro estado de ánimo. Con la mirada decimos muchas cosas y es en ella en la que toca refugiarse ahora, cuando las mascarillas nos cubren la cara dejando los ojos a la vista, como faros activos de alerta ante lo que pueda llegar en este mar de desconcierto y dudas. Tapadas como vamos con mascarillas que en parte nos ocultan y en parte nos protegen y tantas veces nos molestan, nos sentimos un poco perdidas al no poder ver ni sentir las sonrisas o los gestos de los demás. No es solo que lleves la boca tapada y protegida, sino que sientes que hablas menos y escuchas peor. No estamos acostumbradas. Nos toca ahora leer las emociones a través de los ojos, dejarnos llevar por lo que vemos y conectar con intensidad solo con una mirada, sin abrazos ni besos en los reencuentros, sin más roce que el saludo en la distancia. Así que es tiempo de aprender. Poner en práctica el lenguaje no verbal. Hay auténticos expertos en esto, en interpretar lo que piensas y hasta lo que no dices solo observando hacia donde diriges tus ojos, porque en ellos se cuenta lo que tantas veces las palabras callan.