El otro vimos desde nuestra ventana a un grupo de chicas, nos miramos y nos dijimos: “Parecen un rebaño de ovejas, todas vestidas igual”. ¿Y qué las hacía a todas tan similares? Los uniformes. A nosotros nos parece que éstos nos hacen parecer a todos parte de una masa sin personalidad.

Muchos dicen que el ir vestidos con uniforme hace que desaparezcan las diferencias sociales, pero no es así, un chico o una chica pueden llevar colgantes, pulseras, zapatos... de marca, que les diferencien de los demás. Además, a nuestro parecer los uniformes en realidad solo tienen una función, hacer que el que lo lleva se destaque de los pobres mortales que vamos a la escuela pública. A veces van por la calle creyéndose superiores a los demás. Esto que afirmamos lo sentimos especialmente el otro día a la salida del instituto público. Estábamos hablando con mis compañeros cuando unos niños vestidos con uniforme pasaron a nuestro lado. Pasaron como si fuésemos inferiores a ellos, carcajeándose y sonriendo burlonamente mientras nos miraban. Nos sentó muy mal y pensamos que el uniforme que llevaban era una barrera entre nosotros.

Creemos que cada alumno tiene que ir con su propia ropa, con la que se sienta cómodo y con la que se sienta identificado.