Llevamos ya casi un año de jornadas de huelga regulares y un clima de malestar y conflicto entre el colectivo médico de Navarra. Las causas son varias y diversas, como siempre. Algunas objetivas y otras subjetivas. Pero lo cierto es que la situación ha causado y está teniendo un impacto negativo evidente para los propios profesionales, el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, la accesibilidad y tiempos de espera y, lo más importante, para los pacientes y potenciales usuarios. Es decir, para el conjunto de nuestra comunidad. Se trata de la clásica situación en la que todas las partes perdemos, aquí no gana nadie. Y estamos proponiendo, y así lo hemos hablado con el Sindicato Médico de Navarra (SMN) y representantes de las profesionales, cambiar la lógica para que todos ganemos al menos una parte; y especialmente gane la sociedad. Más de los mismo no funciona. Hay que sentarse, hablar en serio y resolver los problemas y asuntos que están en el origen de la situación. No nos queda otra, es lo que nos toca hacer a las partes y nos lo está exigiendo la gente. La salud y atención sanitaria en Navarra es demasiado importante para dejar que la situación se enquiste y cronifique aún más. Sin esperanza de salida.

Siempre las causas son complejas y algunas, lejanas en el tiempo. Y para empezar hay que reconocer con mayúscula a nuestros profesionales sanitarios en general y a las médicas y médicos en particular. La gran mayoría desarrolla su trabajo con un grado de profesionalidad y compromiso con las personas que es de agradecer. Se merecen sin duda el reconocimiento social de nuestra comunidad. Pero, además del reconocimiento, también hay que hablar de compensaciones y condiciones de trabajo.

Acabamos de terminar un trabajo comparativo sobre retribuciones de profesionales sanitarias en las CCAA. Afortunadamente, las profesionales de enfermería y otros profesionales se encuentran a la cabeza de las CCAA. Pero no es así en el caso de los médicos, que están en la mitad de la tabla en el caso de los médicos especialistas. Habrá que mejorar su situación en los próximos años para que esté en consonancia con el contexto socioeconómico de Navarra, una comunidad con unos notables índices de calidad y nivel de vida en la que la ciudadanía tiene una gran confianza en su sistema publico de salud, uno de los mejor valorados también a nivel estatal. Y habrá que abordar este tema teniendo en cuenta, además, la escasez de médicos que ya sufrimos y vamos a tener que gestionar inteligentemente en los próximos años. Se va a tener que hacer también en otras CCAA. Hay que capitalizar el sistema, no podemos permitir que nos descapitalicemos en lo más importante, las personas y profesionales.

Hay también otras cuestiones que son relevantes. Condiciones de trabajo relacionadas con los aspectos organizativos y profesionales. Hay sin duda que abordar la presión asistencial y los requerimientos y procedimientos que sobrecargan a veces el día a día de los profesionales. Tendremos, por ejemplo en Atención Primaria, que tender a disponer de más tiempo por consulta en algunos casos y acabar de implantar la consulta enfermera para actuaciones en las que tienen competencia para poder atender mejor al paciente y resolver más y mejor en el primer nivel. También las nuevas tecnologías nos van a ayudar a mejorar la atención y reducir la parte administrativa/burocrática a todos los niveles. Y tendremos que facilitar también tiempo para la formación continuada y la investigación de los profesionales. En Medicina y en Salud resulta imprescindible para mejorar en calidad.

Pero es que, además, tenemos sin duda que actualizar y renovar sí o sí nuestro sistema de salud. Porque tenemos retos, necesidades de los pacientes y exigencias de la sociedad del siglo XXI y una organización y procedimientos del siglo pasado. Una nueva Ley Foral de Salud deberá ponernos al día y situar donde nos exige la situación. Y para ello necesitamos también a los profesionales. Además del más amplio consenso posible a nivel profesional, político y social, necesitamos a nuestras profesionales para hacerlo posible. Se trata de gestionar y maximizar la inteligencia compartida, de contar con las personas.

Como bien saben y han podido comprobar los representantes del SMN, el departamento de Salud y Osasunbidea quieren negociar y abordar en serio los asuntos pendientes. También con el resto de sindicatos y representantes de los trabajadores de la salud. El diálogo y la búsqueda de mejoras y acuerdos van a ser parte de nuestro ADN en esta legislatura. Esta semana que entra presentaremos al SMN una propuesta de acuerdos mínimos en respuesta a las reivindicaciones de la representación del colectivo médico y también algunos puntos que nos parecen importantes para mejorar la realidad. Lo que planteamos es acordar ahora a corto plazo en lo que depende de nosotros y estemos de acuerdo; y ponernos de acuerdo también en los contenidos y metodología para el primer semestre del año que viene en lo que puede haber acuerdo, pero exige cambios normativos y/o actuaciones de terceros (la Administración del Estado, por ejemplo). Hacemos y pedimos una apuesta pragmática. No podremos resolver en dos meses lo que lleva años acumulando malestares. Pero podremos (y deberemos) conseguir cosas concretas que apunten en la buena dirección y nos permita a todos los actores situarnos en un clima diferente y más constructivo.

El principio de acuerdo es posible y resulta a mi entender, ahora mismo, imprescindible.

Director general de Salud/Osasun zuzendari nagusia