esde el momento en que fui designado senador autonómico de Navarra en el Parlamento Foral con los votos del PSN, Geroa Bai y Podemos, dije que me ponía al servicio de la sociedad navarra para hacer de transmisor de sus intereses al Gobierno de España desde el Senado.

Es por eso que, siendo el portavoz del grupo Izquierda Confederal -del que formo parte junto con otros cinco senadores y senadoras autonómicos de distintas CCAA- en la Comisión de Transformación Digital y Asuntos Económicos, tuve la ocasión de preguntar a la vicepresidenta tercera del Gobierno, Nadia Calviño, el 14 de mayo, en su primera comparecencia ante el Senado, sobre diversas cuestiones que consideraba de interés para Navarra.

Le planteé de entrada dos cuestiones que considero fundamentales a la hora de pensar en la salida a la crisis desatada por el coronavirus: ¿qué nivel de sufrimiento en cuanto a enfermos y fallecidos estamos dispuestos a tolerar como sociedad para que la economía no sufra una destrucción total? Y, por otro lado y al mismo tiempo, ¿qué nivel de sufrimiento económico estamos dispuestos a tolerar como sociedad para no sufrir un descalabro sanitario total?

Y añadí que si las respuestas que les demos las hacemos de manera consensuada, con la paz y la palabra, volveremos a la terca realidad que nos dice una y otra vez que el único culpable de la situación en la que nos encontramos es el virus, el virus y nadie más.

Le pregunté con qué calendario de desescalada ha hecho el Gobierno sus últimas previsiones macroeconómicas. También en qué volumen de déficit van a poder incurrir como máximo las CCAA, porque hasta la pandemia las CCAA tenían un objetivo de déficit de un 0,2% del PIB cuando el Estado preveía un déficit en torno al 2,5% del PIB. Pero ahora se habla de que el Estado supere ampliamente el 10% del PIB. ¿Y las CCAA, qué margen van a tener?

Le pregunté cuál es el cuadro económico de necesidades de endeudamiento que maneja el Gobierno y cómo piensa financiarlo, si en el mercado de bonos o en el MEDE, o cuánto de cada uno.

También si el Gobierno está dispuesto a hacer una negociación que prime la Transición Ecológica, la Digitalización, el I+D+i, es decir, una negociación que apoye a los sectores productivos o si, por el contrario, España va a apostar por el apoyo a los territorios sin más. Y qué criterios de participación prevé el Gobierno que puedan tener las CCAA en el diseño del destino de los fondos no finalistas que vengan de Europa.

Así como qué criterios ha previsto el Gobierno para el reparto de los fondos tanto estatales como europeos con carácter finalista para Sanidad. Es decir, si tiene previsto el Gobierno la discriminación positiva o negativa para aquellas CCAA que, como Navarra, han apostado por -e invertido en- la sanidad pública que en esta pandemia ha demostrado ser crucial.

Finalmente, le pregunté también si en la negociación con Bruselas España va a definir previamente, y en diálogo con las comunidades autónomas, ese necesario cambio de modelo de producción y de consumo a futuro, y si se van a reformar por tanto las Estrategias de Especialización Inteligente de las CCAA de manera coordinada, pensando no solo en su necesidad sino también en la mayor captación posible de fondos europeos para la reconstrucción.

Cuestiones que considero todas ellas de vital importancia para la reconstrucción económica y social de Navarra. Y seguiré preguntando y solicitando respuestas, pensando siempre en Navarra, Comunidad a la que me debo.

El autor es senador autonómico de Navarra