a solo nos quedan 10 años para incumplir, con todas sus consecuencias, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)” Juanjo Almagro.

Leer esto de un tipo al que admiro y considero intelectualmente brillante, es demoledor, porque a un optimista antropológico como yo, le sitúa, lo quiera o no, ante la aplastante realidad.

No me gusta en las opiniones que comparto buscar culpables exclusivos, y más en un reto en el que todos y todas estábamos y estamos concernidos, pero cierta es la máxima que es mayor la culpabilidad conforme es mayor la responsabilidad.

La falta de liderazgo mundial y nacional es la herida por la que estamos sangrando, herida que no solo no está en fase de cicatrización, sino que unos y otros se encargan de infectar para mayor dolor de toda la sociedad.

A 10 años vista, los ODS se han convertido en un objetivo lejano e inalcanzable, ya que nadie o casi nadie parece creer en su urgencia y necesidad de priorízalos desde hoy.

Me temo que nuestros responsables políticos tratan a los ODS como a las políticas de Infancia, para ellos eso es “el futuro”, es decir, en su corta y torpe mirada creen que tenemos tiempo para abordarlas, que no es algo prioritario.

Nuestros líderes están demostrando tener una mirada tan equivocada, tan lejos de nuestras necesidades, que no solo no nos convencen, sino que nos asustan.

De todos los retos mayúsculos a los que nos enfrentamos, he decidido elegir solo dos y propongo concentrar nuestro esfuerzo y trabajo en solucionarlos, para luego pasar al siguiente, es decir usar los métodos de trabajo de nuestras etxekoandre, de nuestras madres, mujeres que gestionando y dirigiendo nuestras familias van resolviendo las dificultades importantes sin discursos, sin fotos, sin medallas, con responsabilidad y eficacia.

Los puntos por los que propongo empezar son infancia y educación, transversales, urgentes, y claves para atajar la inseguridad, la injusticia y la desigualdad.

Es deber de cada ciudadano y ciudadana, exigir, obligar a sus gobernantes y responsables políticos, Gobierno y Oposición, a que lleguen a un gran acuerdo nacional en estos terrenos, como si la vida nos fuera en ello, porque la vida inteligente nos va en ello.

No queremos fotos, ni discursos, ni palabras, no queremos saber donde ni cuantas horas, días, semanas o meses estáis reunidos, solo queremos, exigimos el acuerdo publicado en el BOE, un acuerdo efectivo que suponga una base sólida para anclar el resto de los retos.

Profesionales del sector educativo desde dentro, personas preparadas y conscientes del momento en el que nos encontramos y las asociaciones de Infancia nos brindamos a sumar a ayudar, detrás no hay objetivos partidistas, ni cortoplacistas, detrás está la sociedad civil, esperando el acuerdo, habrá que renunciar, habrá que pactar, hoy más que nunca es necesaria esa alianza, silenciosa y eficaz que haga política y que construya los cimientos sólidos que necesitamos.

Háganlo y no solo habrán cumplido con su deber como servidores públicos, habrán contribuido a construir los pilares donde asentaremos el resto de los desafíos que tenemos pendientes, y no se preocupen tanto por su trasero, si eso los lleva a la oposición o al gobierno, si eso revalida su escaño, o les aleja de la política profesional, ¿qué más da?

Se verán en el espejo y tendrán una paz interior inmensa, dormirán como niños, y mirarán a la cara a cada uno de sus conciudadanos con los que se crucen, y quizás alguno les guiñe un ojo diciendo: “Yo sé lo que hiciste, muchas gracias”.

Es hora de la política, de los hechos, sin aspavientos, sin declaraciones, trabajo, pacto y alianzas, la hora de los líderes.

El autor es presidente UNICEF Comité Navarra