avarra año 2008: La comunidad foral gozaba de una situación económica envidiable que llevaba a los entonces máximos dirigentes de UPN en el Gobierno de Navarra a realizar manifestaciones como "Navarra es un oasis en el desierto de la crisis". "En Navarra cada año que pasa el fraude fiscal es residual". "La amnistía fiscal no es una tomadura de pelo a los contribuyentes, ni un engaño, ni un robo", realizadas por el entonces consejero de Economía y Hacienda, Álvaro Miranda. O las realizadas por Miguel Sanz, presidente del Gobierno de Navarra aquel año, de que a él con cuatrocientos euros no le llegaba para una cena.

La Hacienda Foral sufrió una caída bestial de los ingresos producto de la crisis financiera. Pero, sobre todo, por dejar de percibir los 400 millones de euros que ingresaba cada año el Gobierno de UPN, consecuencia del apaño que idearon con la Volkswagen a la hora de comercializar la venta de los coches fabricados en Pamplona. Lo que venía a suponer que los 400 millones de IVA que generaba esta comercialización se quedaban en la Hacienda Foral de Navarra. Mientras que era la Agencia Tributaria Estatal quien se los devolvía a la Volkswagen.

Para paliar este descenso de ingresos el Gobierno de UPN creó el denominado Plan Moderna. Un plan estratégico para definir un nuevo modelo de desarrollo económico para Navarra. El reto era acometer una transformación de la comunidad foral hacia modelos productivos volcados en la economía de la salud, la economía verde y la economía del talento, fomentando la cohesión social.

Para la financiación de dicho plan no contemplaron ningún tipo de medida fiscal, justa y progresiva, que gravara a las rentas muy altas y grandes fortunas, así como disminuyera los beneficios fiscales a multinacionales y grandes empresas. Al contrario, bajaron los impuestos a esta gente y basaron toda la financiación en el endeudamiento. Pasando la deuda pública navarra de los 660 millones que tenía en el año 2008 a los 3.300 millones que dejo el gobierno de UPN cuando fue desalojado del Palacio de Navarra en el año 2015.

Leire, por aquellos años, había finalizado su licenciatura y se disponía a empezar su vida laboral, con un contrato basura de apenas 600 euros mensuales, en una multinacional asentada en Navarra, a costa de las millonarias subvenciones otorgadas por los gobiernos de UPN. Otras compañeras de Leire optaron por irse a trabajar al extranjero.

Navarra año 2019: Tras cuatro años sin UPN en el Gobierno, y tras la gestión del gobierno de Geroa Bai, autodenominado social-verde, pero que lo correcto sería cambiar el adjetivo del color por el de liberal, ya que el aumento de los ingresos que se produjo durante su legislatura se utilizaron, principalmente, en el pago de intereses y amortización de la deuda heredada por UPN.

Sin realizar ningún tipo de auditoría que pusiera en los juzgados la ingente cantidad de millones de euros de deuda ilegítima, producto de los múltiples desaguisados económicos realizados por los gobiernos de UPN.

A ese Gobierno de Geroa Bai le sustituyo el Gobierno social-liberal del PSN-Geroa Bai-Podemos, más liberal-social que social liberal. Que ante la crisis económica generada por el covid-19 y la caída bestial de los ingresos ideó un plan.

Que de acuerdo a lo manifestado por la presidenta del Gobierno, María Chivite, ese plan era un hito, que lo encadenó con una vocación histórica de Navarra por "idear modelos de desarrollo y progreso".

El plan se llamó Plan Reactivar Navarra. Y se trataba de avanzar hacia un nuevo modelo social económico acelerando la transición ecológica, vertebrando el territorio de manera sostenible y promoviendo la cohesión territorial.

Cualquier parecido con las intenciones del Plan Moderna podría parecer pura coincidencia. Si no fuera porque en el Plan Reactivar Navarra, en cuanto a su estructura y organización figuraban demasiados personajes que ya figuraban como patronos en la Fundación Moderna del Plan del año 2008.

El Plan Reactivar Navarra contó con 989,41 millones hasta el año 2023, a cargo en su práctica totalidad de los presupuestos forales. Y ese Gobierno del PSN-Geroa Bai-Podemos no contempló ninguna medida fiscal, justa y progresiva que gravase a las rentas muy altas y grandes fortunas con el objeto de captar ingresos, basándose la obtención de los mismos en el endeudamiento. Por supuesto, asumiendo los 3.300 millones de deuda que venían arrastrando de gobiernos anteriores, sin realizar ningún tipo de auditoría sobre la misma.

A Leire, que ya estaba empezando a levantar la cabeza, incluso ya se había hipotecado en un pequeño apartamento. La multinacional asentada en Navarra le había aplicado un ERE ya que la empresa había decidido abandonar estas tierras. Por supuesto, sin devolver un euro de las subvenciones recibidas. Las amigas de Leire que trabajaban en el extranjero decidieron que casi mejor no volvían a Navarra.

Navarra año 2028: La situación económica, que iba en franca mejoría durante los últimos años, se vio truncada por la actitud de las entidades financieras.

La tregua que el mercado dio, tras la crisis económica del covid-19, llegó a su fin. Con el apoyo de la Unión Europea decidieron que la deuda debería pagarse ya, aplicando los cambios legislativos necesarios para el desbloqueo de los tipos de interés. Así, los intereses al 0,5% del año 2019 se convirtieron en intereses al 5 % en el año 2028.

La deuda del Gobierno de Navarra rondaba los 5.000 millones de euros, a lo que había que sumar la aportación al Estado por el Convenio, que, dado el aumento de la deuda pública estatal, de la que Navarra siempre se ha hecho cargo, en ese año superaba los 1.000 millones de euros, por los 540 millones que se pagaron en el año 2021.

Leire había cumplido cuarenta años. Tenía una hija. Cuando su familia le comentaba que tuviera cuidado y que se preparase para la crisis existencial que se produce al cumplir esa edad, no le quedaba más remedio que esforzar una sonrisa amarga. ¿Crisis de los cuarenta? Pero si no he dejado de estar en crisis desde que tengo dieciocho años.

El autor es miembro del Parlamento Social y vocal en el Consejo de Administración de la CPEN (Corporación Pública Empresarial de Navarra) a propuesta del Parlamento de Navarra

El Plan Reactivar Navarra trataba de avanzar hacia un nuevo modelo social económico acelerando la transición económica, vertebrando el territorio de manera sostenible y promoviendo la cohesión territorial