odos los comienzos de año nos marcamos nuevos retos y desafíos a los que, previsiblemente, vamos a enfrentarnos en el nuevo año que entra. Si algo hemos aprendido del 2020 es que no todas las previsiones acaban cumpliéndose, por lo tanto, la capacidad de adaptarnos a las urgencias será una constante también en el 2021. Si algo hemos aprendido del 2020, es que pueden aparecer nuevas situaciones que cambien por completo el escenario político, económico y social, y que nos obliguen a cambiar la agenda con retos geopolíticos, como las relaciones transatlánticas con la nueva administración Biden, la gestión de los fondos de recuperación, las competencias en materia sanitaria de la Unión Europea, o la logística coordinada de la vacuna, etcétera.

Respecto a la situación política europea, este mes de enero viene cargado de movimientos importantes que pueden suponer grandes cambios en toda la UE. Por un lado, Portugal ha asumido la presidencia semestral del Consejo Europeo en un momento particularmente difícil, por eso mismo se han propuesto reforzar la resiliencia de Europa, el modelo social europeo, pero, sobre todo, se ha marcado como reto político en estos seis meses comenzar con el debate de la unión sanitaria. ¿Será sencillo poner de acuerdo a los veintisiete sobre las competencias que debe tener la Unión Europea? ¿Estarán dispuestos a ceder ciertas competencias?.

Por otro lado, éste es el año que se va a producir la sucesión de Merkel, este enero se decide el candidato o la candidata de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) para las elecciones federales que tendrán lugar el domingo 26 de septiembre. Merkel ostenta la presidencia alemana desde 2005, y después de 16 años no cabe duda de que este año será importante en la política alemana y europea. ¿Cómo actuará el nuevo líder alemán en la esfera europea?, ¿mantendrá el liderazgo?, ¿qué espacio dejará a países como España, que cada día tiene mayor influencia en Bruselas?

Al otro lado del Atlántico, también se van a producir importantes movimientos este mes de enero. El pasado día 6 veíamos el asalto al Capitolio, un mal comienzo para los demócratas que tendrán que gobernar un país dividido y con extremos muy asaltados. El día 20 se producirá el acto de investidura del nuevo presidente electo, Joe Biden. Previsiblemente, esto supondrá el restablecimiento de las relaciones transatlánticas en el que veremos cómo se va a retomar el diálogo estratégico entre la Unión Europea y Estados Unidos con temas clave como digitalización, medio ambiente, cambio climático y seguridad.

En el seno de las instituciones europeas hay varios temas en los que, durante este 2020, la UE ha sabido estar a la altura, como por ejemplo la creación del fondo de recuperación Next Generation EU, el debate y la aprobación de un calendario sobre recursos propios y la gestión de la crisis sanitaria del coronavirus. Contrariamente a como se actuó en 2008, que fue tarde y con recetas de austeridad y recortes, todos estos desafíos siguen suponiendo un reto para este nuevo año, en el que va a ser fundamental cómo se realiza la recepción de estos fondos europeos y cómo se materializan en proyectos concretos que ayuden a empresas y ciudadanos a recuperarse del duro golpe que ha supuesto esta crisis.

No solamente se están aplicando medidas extraordinarias de ayudas a países europeos, la UE también aporta ayuda humanitaria a terceros países en los cuales es fundamental que haya una estabilidad y que su situación no se vea agravada por esta situación. Se han firmado acuerdos, por ejemplo, con Marruecos, con el objetivo de reforzar su respuesta a la pandemia, lo que ha supuesto el desembolso de cantidades económicas periódicas.

En el ámbito sanitario, la Unión Europea logró iniciar la vacunación en todos los estados miembros a la vez a finales de 2020, porque ésa es una de las banderas de Europa, la igualdad y la solidaridad. Para este 2021 continuamos con este reto, y además la necesidad de crear un espacio europeo sanitario de la mano de programas como el EU4Health, que deben llevarnos a debatir sobre las competencias sanitarias de las instituciones europeas.

Otro de los grandes retos del año pasado que, sin duda, continuará siendo durante este 2021, son las relaciones futuras entre la UE y UK marcadas por el Acuerdo Comercial y de Cooperación que se cerró el pasado 24 de diciembre de 2020. Desde el día 1 de enero, Reino Unido dejó de formar parte del Mercado Único y de la Unión Aduanera, lo que implica que no existe libre circulación de bienes, servicios, capitales ni personas entre ambos territorios.

Por último, y no menos importante, este año nos enfrentamos a un cambio de paradigma respecto a las grandes plataformas que actúan de guardianes de mercado y que, con una regulación actual obsoleta del año 2000, debemos modificar y trabajar con todos los actores implicados para conseguir una igualdad de condiciones entre todo tipo de empresas y una alta protección de los consumidores y consumidoras.

Dejamos atrás un año complicado y con mucho trabajo por delante, pero al mismo tiempo tenemos motivos para ser optimistas y, si somos inteligentes, salir más reforzados.

La autora es eurodiputada socialista