Las personas abajo firmantes somos gaztezaharrak rebeldes, viejóvenes, madres y padres de una miriada de hijas e hijos maravillosos, creativos, nada pasivos, y críticos y comprometidos en una u otra medida con lo local y lo global.

Mendillorri nunca será el barrio dormitorio, aburrido, castrado y sometido al consumismo y el "buenismo" de los límites admitidos y tolerados por cada coyuntura de poder en la ciudad. Mendillorri ya incorpora una sociedad multicultural donde las rentas no son tan boyantes y expansivas. Tampoco somos un barrio de trabajadores en cuanto a asalariados de nivel medio. Debido al crecimiento del paro y de la incertidumbre somos un barrio mayoritariamente obrero, con una cuota creciente de migración y rentas humildes. Pensamos que tener un empleo no debe ser lo que importe en los próximos años, proponemos su reparto, debemos crear unos mecanismos de solidaridad y de inclusión amplios y creativos.

Somos un barrio muy joven donde el paro de los jóvenes ronda el 40%. de modo que nos ciscamos en el volátil valor empleo para definir a una comunidad tan joven, valiente, creativa y, por supuesto, valiosa. Con la pandemia, la dificultad de acceso al empleo no parece que vaya a revertirse, todo lo contrario, vemos en nuestro entorno como esta injusta situación se agrava día a día.

Haremos una brevísima historia de contexto de Mendillorri: UGT, CCOO y otros agentes sociales captaron y privilegiaron a hijos de otros barrios que no podían, por precio o por capacidad física, reabsorber a sus hijas e hijos o que buscaban un barrio nuevo con atmósfera amable para fundar familia o trasladarse con niñas y niños pequeños. Así nació el barrio que gestaría los ratios del mayor babyboom de Europa en un momento dado.

Las familias que entraron en Mendillorri optaron a una regulación que privilegiaba a rentas medias y a afiliaciones a sindicatos concretos para el acceso a vivienda. Con aquellos mimbres accedieron cientos de profesionales liberales, autónomos funcionarios de lo público y obreros del metal € y más adelante el barrio ha ido democratizando y ensanchando mucho más el abanico de vecinos y se han incorporado más jubilados, migrantes y otros perfiles de renta.

Planificadores poco neutrales se apresuraron a hacer una Iglesia como ámbito algo anacrónico de socialización, mientras negaron al barrio locales laicos y vecinales con espacio digno para la autoorganización durante décadas. Los bajos de todo Mendillorri no permiten locales diáfanos, ni suficientemente amplios para reuniones, charlas o socialización de grupos medianos o grandes, adolecen de techos pequeños y metros limitados. Los jardines y patios público-privados, fragmentan los espacios de encuentro con una mentalidad anglosajona individualista. Más de tres décadas después de su surgimiento, el barrio no tiene una verdadera plaza y las fiestas, Olentzero, Carnavales -autoorganizadas por asociaciones vecinales- se ven obligadas a disputar espacios mixtos que generan conflicto y división en cuanto a legitimidad de uso, horarios, o interlocuciones, como los patios escolares€

El quid de la cuestión es que en una Iruñea todavía en manos de curas, policías, militares y "gente de orden", crece un barrio fundamentalmente obrero, euskaltzale y de izquierdas; con una formidable presencia de escuela pública y total ausencia de escuelas privadas o elitistas; con una ejemplar escuela infantil, 4 escuelas públicas de primaria y un instituto en dos bloques diferentes.

El actual gobierno de la ciudad podría atender la riqueza propia de Mendillorri simplemente facilitando su desarrollo endógeno y natural, sin bloquear ni atacar sus colectivos y espacios de cuidados comunitarios, creatividad colectiva, vitalidad colectiva. La comunidad de Mendillorri arrojaría 'per se' indicadores exquisitos en términos de Objetivos de Desarrollo Sostenible sin ingerencia del Ayuntamiento, por dinámicas endógenas y solidarias.

Pero este Gobierno Municipal odia la utopía, el dinamismo social y la autonomía que representa Mendillorri. Es una comunidad insumisa que se resiste a jugar un rol en el 'Show de Truman' de una ciudad marca castrada, acristalada, hormigonada y confinada en la jaula de oro de pisos confortables con fibra, Netflix, Amazon y Glovo. Ciertos malos gobernantes quisieran que mandemos a nuestros hijas e hijos a ikastolas y colegios, extraescolares y piscinas privadas. Pretenden que nuestro ocio se dirija a polígonos comerciales o a barrios que quieren convertir en "parques temáticos de consumo" y ya están muy saturados como la Parte vieja o zonas de San Juan. Quieren que dejemos de darle personalidad y vida a nuestro barrio.

Este es el modelo de ciudad de NA+ (y sus cómplices necesarios) que asesina sueños materializados por la comunidad como en su día el Rastro de la Txantrea y las huertas de Aranzadi y más adelante las fiestas de los barrios, centros sociocomunitarios o los equipos de atención infantojuvenil en manos de la comunidad. Unos malos gobiernos municipales que nos siguen privando a los vecinos y vecinas de Mendillorri de un simple frontón o plaza pública mientras "arreglan" aceras décadas después del compromiso o imponen un ascensor que no era la principal demanda del barrio. Es insoportable y criminal esa ridícula imposición de un modelo de ciudad gris oscuro, casi negra, como los hombres grises de Momo en barrios que palpitan. Queremos ser y somos una comunidad viva que sabe lo que quiere. Nos hemos dotado durante años de una tupida red de colaboración entre personas vecinas y disponemos de un tejido de asociativo fuerte.

En el otro lado del espejo convivimos con algunas vecinas y vecinos -amigas y amigos muchos de ellas y ellos- que llegan con sus coches hasta el agujerito de su garaje y advertimos de su presencia porque en las ventanas de sus pisos titilan las pantallas con la última serie de moda. Sus hijxs van a colegios y actividades en otros barrios, ellxs trabajan en polígonos, todos hacen actividades en otros barrios y pueblos, de modo que Mendillorri es solo el lugar "accidental" donde dormir y aparcar. Serán muy bienvenidos si aterrizan un poquito en el barrio y quieren incorporarse en las asambleas, azolanes y colectivos del barrio para equivocarnos y soñar juntos.

Pero si por un momento el ayuntamiento actual pretende que todos nos conformemos con dormir en el barrio sin habitarlo, defenderlo, soñarlo diferente cada día, está muy equivocado.

En nuestro sueño de barrio caben mil utopías: los modelos públicos integrando a todos los inmigrantes del barrio con naturalidad y aquellos edificios vacíos dedicados a cohousing y hogares de jubiladas y jubilados, que cada vez seremos más. Esas vecinas y vecinos que jugaron a ser policía de balcón participando en los calderetes con las cuadrillas de chavalas y chavales a los que tenían una mezcla de miedo y envidia por su empuje, alegría y bulliciosa desvergüenza.

Los abajo firmantes le pedimos a las y los tomadores de decisión, con toda la energía de nuestra experiencia y amor a nuestro barrio, a nuestros jóvenes y a nuestros sueños de colores:

Que dejen de atacar a lo que no aceptan ni comprenden. Somos buena gente: insumisas, maricas, familias diversas, migrantes, indepes, precarias, activistas de mil causas. No nos busquen en ningún pesebre, nos va más el auzolan.

Que la diversidad, la creatividad y los cuidados comunitarios no se atacan, se protegen. Déjennos vivir y convivir en paz.

Que Mendillorri es un baluarte antifascista y en un momento de crecimiento del fascismo somos, simplemente, necesarias y necesarios.

No creen conflictos artificiales. No nos manden a la policía para tratar de crear expresiones de rabia o para crear fakenews a la medida de prensa conservadora y neoliberal. No nos utilicen de relleno en comisiones y plenos para maquillar el vacío de sus propuestas.

Saquen experimentos transgénicos como Coworkids de nuestras calles. Tenemos a Bideberri a quien cuidamos y nos cuida, tenemos a los servicios sociales de base, tenemos buenas articulaciones con centro de salud, escuelas, institutos y decenas de organizaciones del barrio y fundaciones y ONGD con amor por el barrio.

Dejen de atacar a nuestros jóvenes y de intoxicar sobre sus verdaderos valores y aportaciones. En plena pandemia, con restricciones, toques de queda, locales cerrados, contactos limitados€ y un 40% de paro juvenil€ hostigar y atacar a los jóvenes y a sus familias, que son el principal soporte de los cuidados comunitarios y el asociacionismo, es atacarnos a todas y a todos los vecinos del barrio. Incluso aquellos que están envenenados de tanto leer noticias falsas van a tener el apoyo constante de la juventud de Mendillorri, en las buenas y en las malas rachas: ellas y ellos generan la música, la danza, los valores y las redes de cuidados comunitarios que nos hacen mejores y nos salvarán de las peores situaciones.

A los medios de comunicación y los políticos conservadores: dejen de señalar y demonizar a Mendillorri como una suerte de "Venezuela" y "Altsasu" comodín. Ya no cuela. Mendillorri es Amaya Romero, voluntarios en Lesbos, escritoras y escritores en ciernes, productoras de comunicación, guitarras calmas en la parroquia o guitarras cañeras en Antzara, konpartsa, erraldoiak, maruxak... Mendillorri es mucho más que la crónica chunga y barata cada vez que interesa jugar al despiste en medios y plenos municipales.

Al PSN y UGT y específicamente a la federación del PSN de Pamplona: no miren a Mendillorri con sentido patrimonial. Participaron de su gestación pero no les pertenece hoy en absoluto. No permitan que el grupo municipal del PSN siga haciendo el ridículo apoyando políticas culturicidas contra el auzolan y los cuidados comunitarios. La factura que todas estas actuaciones van a pasar al PSN en Navarra pueden ser mayores de lo que sospechan si persisten en el absurdo encarnizamiento.

Muchas vecinas y vecinos de Mendillorri tenemos una genuina cultura de activismo. No tenemos ninguna vocación de invertir horas en pasillos de ayuntamientos, parlamentos o juzgados. Pero si nos siguen empujando de un modo tan gratuito y cruel tendremos que defendernos. Podemos ser muy creativos, muy persistentes y mucho, mucho más eficaces si ponemos todo el empeño que aparatos de partidos y redes clientelares que están condicionando presupuestos y líneas de la ciudad que concentra casi la mitad de la población de Navarra con la suma de unos centenares de afiliados que en su mayoría aparcan su vehículo en un garaje subterráneo y no conocen ni les interesa conocer su propio barrio.

Somos más, somos muchos más que cuando empezamos y tenemos muchísimas ideas para contrarrestar en positivo malas gobernanzas y ataques a la comunidad. Somos familias diversas, feministas, solidarias, internacionalistas, euskaltzales, antimilitaristas, laicas (con o sin credo), ecologistas, defensoras de la memoria histórica, los valores republicanos y la comunidad LGTBI+, rojos de Osasuna, sanfermineros poco o nada taurinos€ Somos todos esos valores que mucho incomodan a gobiernos conservadores pero que son los justo los valores que amplían los derechos para todas y para todos.

Así que dejen a Mendillorri, a sus jóvenes y asociaciones en paz y respeten nuestros espacios y colectivos.

Firmas de apoyo a este texto (174):

Agirre Amezaga, Alvaro

Agorriz Oneca, Lidia

Aitana López de San Román García

Albisu Jerico, Carlos

Allue García, Alejandro Óscar

Alonso Sáenz, Javier

Amillano Mateo, Mikel

Amostegui Martínez, Ana Isabel

Aranguren Etxarri, Nati

Aranguren Lesaca, Ivan

Arguiñariz Navarro, Lander

Aristorena Lakuntza, Itziar

Armando López de San Román Erice

Armendariz Itoiz, Silvia

Armendariz Sandonis, Dani

Aroz Ancizar, Irati

Aroz Sabanza, Olga

Ayechu Sanz, Aitor

Azcona Uriarte, Miguel

Azcona Uriarte, Oier

Azpirotz Lakidain, Olane

Azpirotz Satrustegi, Xabier

Barbero Ayala, Aaron

Barcia Alonso, Jon

Barcia Goyena, Irantzu

Bastardo Alonso, Peio

Bazan Infante, Nahia

Bergara Teilleri, Pili

Cabodevilla Lopez, Maialen

Carrera Castro, Iker

Castilla Ganuza, Alfredo

Chandia Garriz,Cristina

Cilveti Mediavilla, Laura

Cruañes Uriarte, Paula

Cruz Martínez, José Antonio

Cuenca Sebastián, Luis

Delas Aizcorbe, Markel

Delás Aizkorbe, Inma

Diaz de Cerio Perez de Albeniz, Ane

Doudouh Zehhi, Laila

Echavarri Muru, Tina

Esparza Abaurrea, Javier

Etxeberría Imas, Luis

Etxeberria Juaniz, Aingeru

Etxegibel Campos, Íñigo

Ezcurra Ezquerro, Iñigo

Ezkurra Ezquerro, Izaskun

Ezkurra Otazu, Santi

Fabo Azkona, Javier

Fabo Legarda, José Javier

Fernandez Bortiri, Alicia

Fernández Garayalde, Nieves

Galán Nieto. Aitziber

Galarreta Muguiro, Ekaitz

Galech Apezteguia, Amaia

Galindo Ripodas, Rosa Inés

Garayoa Alzorriz, Ana

García-Falces Larrañeta, José Javier

Garcia Jimenez, Aitziber

Garde Mellado, Jon

Garde Mellado, María Socorro

Garmendia Jardim, Jonathan

Gil Azparren, Mari José

Gil Bea, Josu

Gil Salvet, Ainara

Golvano Regaño, José Javier

Golvano Ripa, Miguel

Golvano, Mireia

Gómez Viniegra, Jaxinto

González Diez, José Martín

Gonzalez Goñi, Nora

González Gutiérrez, Tomás

Gonzalez Ustarroz, Unai

Gonzalo de la Fuente, Raquel

Goñi Azanza, Susana

Goñi Enciso, Olga

Gorraiz Areopagita, Josu

Gulina Aznarez, Josu

Hernandez Salvo, Julen

Horno Gracia, Javier

Huarte Guerra, Elisabete

Huarte Mañú, María

Idoia García Iparraguirre

Iker López de San Román García

Iriarte Pezonaga, Olatz

Iriarte Pezonaga, Sandra

Izal Morales, Carlos

Izal Razquin, Nagore

Izko Martija, Oier

Jaen Brignardello, Malen

Jimeno Orradre, Patxi Xabier

Lakidain Alonso, María José

Lamberto Lizarraga, Ander

Larrea De Miguel, Andoni

Larrea De Miguel, Mikel

Larrea Saldías, Igor

Latasa Alcaiza, Mikel

Leon, Verónica

Lizaso Etxeberria, Loli

Lopez de Goikoetxea lizarraga, Jon

López de San Román García, Aitana

López Garralda, Saioa

Lopez Lopez, Beni

Lorenz García, Jesús

Marañón Rodríguez, Aitor

Marín Larrainzar, Jon

Martín Gainza, Marta

Martínez Azpillaga, David

Martínez Lacarra, Erkuden

Matas Garrido, Maria

Mediavilla Serrano, Gorka

Medrano Rivero, Lukas

Melano, Rosa

Melero Galindo, Alex

Melero Galindo, Estibaliz

Mendoza Zarate, Miguel

Mesa, Zoila

Miquélez López, Pili

Moreno Compains, Leire

Moreno Compains, Maider

Moutaki Cortes, Ainass

Mujika Arraiago, Asier

Munarriz Salamanca, Itziar

Muniain Azcona, María

Muñoz Jiménez, Maria carmen

Nagore Garciarena, Cristina

Nagore Larrea, Olatz

Nagore Zapelena, Juan Karlos

Navarro Armendariz, Koldo

Navarro Etxague, Asier

Ordoñez García, Belen

Oronoz Urriza. Aintzane

Ortega Baztan, Alicia

Percaz Arrieta, Itziar

Pereira Armas, Miriam

Pérez Diez, José C.

Perez Elorza, Roberto

Pérez Pérez, Carlos

Pérez Pérez, Eva

Perez Perez, Garazi

Perez Perez, Garazi

Presa Lumbreras, Alberto

Razquin Garijo , Begoña

Rey Brotto, Eusebio

Robles Fernandez, Jone

Romero Roldán, Marta

Ruano Zapatería, Laura

Rueda Vera, Erkuden

Rueda Verá, Ekaitz

Ruiz Sánchez, Pedro

Saez Linares, Maialen

Salvador Lascarro, F Javier

San Román Otxoa, Cristina

San Román Otxoa, Mertxe

Sánchez Morales, Saioa

Seminario Pérez, Irantzu

Senosiain Etxabarri, Gorka

Senosiain Etxabarri, Xabier

Senosiain Villanueva,Tomás

Solís moreno,Txomin

Turrientes Giles, Miriam

Urbiola Rodríguez, Lidia

Urra Blanco, Saioa

Urra Lamana, Eduardo

Usandizaga Lorente, Alberto

Ustarroz Elcano, Ana

Ustarroz Mercapide, Araceli

Usunariz Lopez, Igor

Valenzuela del Pino, Roger

Valle Olloqui, Patxi

Valle Ustarroz, Beñat

Vera Fernandez, Koki

Zubiria Aldaz, Patxi

Zudaire Ilarduya, Yolanda

Texto on line con últimas firmas actualizadas: https://docs.google.com/document/d/1BR9Ru6h9HEcfmdPbLt5ZIcweXLIRI4LIh9A-nlPzChE/edit?usp=sharing

Formulario de firmas de apoyo a este texto: https://forms.gle/sJVTsGXxoahg33Hk8

174 vecinxs firmantes hasta el momento