radicionalmente el periodismo ha sido una profesión de riesgo para sus profesionales, especialmente para aquellos que han cubierto guerras y conflictos armados, temas de corrupción, tráfico de drogas, también conflictos medioambientales, €y ahora caza furtiva, como ha ocurrido con los periodistas David Beriáin y Roberto Fraile. La búsqueda de la información ha provocado en ocasiones el enfrentamiento con distintos poderes, que en sus casos más extremos ha terminado de forma trágica.

El asesinato de los periodistas David Beriáin y Roberto Fraile en el sur de Burkina Faso mientras preparaban un documental sobre la protección de la vida silvestre frente a la caza furtiva y las comunidades que habitan en los parques naturales de aquel país, realza el compromiso informativo en zonas en las que la violencia se ha adueñado de la suerte de sus pobladores, y la importancia que adquiere testimoniar lo que sucede en aquellos lugares. Los dos periodistas pretendían transmitir con sus palabras e imágenes la angustiosa situación que se vive en aquella región fronteriza con Benin en la que, como en tantas áreas de África, se dan cita el terrorismo islamista, grupos tribales armados y depredadores sin ningún tipo de escrúpulos de la fauna de aquellas tierras que están al servicio de otras partes del mundo.

Desde que se conoció la noticia de su asesinato me han llegado vídeos, entrevistas publicadas en diferentes medios de comunicación y canales informativos de los dos periodistas asesinados, y me quedo con algunas frases de David Beriáin en las que da una lección auténtica de periodismo que se debe leer, ver y escuchar, que se debe publicitar de forma importante, entre las que destaco las siguientes:

? "Tenemos que aprender a mirar, porque no sabemos mirar. Hay que aprender a escuchar, porque no estamos dispuestos a escuchar, sólo a nosotros mismos". Vídeo emitido en 2015, a través de diversos canales, sobre El futuro del periodismo.

? "Podemos salir corriendo detrás de cada gurú que nos promete que Twitter, Facebook o los blogs salvarán esta profesión, pero lo que salvará la profesión es conocer su pasado, conocer lo que la hizo necesaria. O conocemos nuestro legado o vamos a seguir persiguiendo fantasmas que no nos lleven a ningún sitio. El periodismo está inventado. Hay que hacerlo bien". Vídeo emitido en 2015, a través de diversos canales, sobre El futuro del periodismo.

? Mientras que la figura del periodismo de guerra siempre ha estado asociada a la imagen de un periodista temerario, la realidad dista de la ficción, aseguró David Beriáin durante una entrevista en Noticias de Navarra. "No soy un yonqui de la adrenalina, no me gusta el riesgo. Hay que desterrar ese estereotipo que hace pensar que el corresponsal o reportero que va a estos sitios es el que más loco está, el que menos miedo siente o el valiente de la redacción. No es así, no sirve para nada bajar al infierno si no sabes qué le vas a preguntar al diablo. Mi trabajo es hacer lo que la historia que voy a contar me manda asumiendo el menor riesgo posible".

? Durante una entrevista en 2017 en 20minutos, Beriáin respondía a una de las preguntas más frecuentes para la gente que se juega la vida para contar una historia. "¿Merece la pena jugarse la vida? Absolutamente. Me considero un privilegiado. No voy sólo para que la gente conozca esa realidad. Voy para aprender yo, porque necesito hacer preguntas, porque siento una curiosidad quemante por hablar con esas personas. Me considero un curioso de la naturaleza humana e intento encontrar verdades sobre la naturaleza humana en las condiciones más extremas de la realidad".

? Uno de los mayores hitos del periodista David Beriáin fue mostrar a grandes figuras del crimen organizado y todo tipo de criminales de forma abierta, y que éstas se abran y cuenten sus experiencias ante la cámara voluntariamente. "En todo lo que hago intento evitar la cámara oculta. Es una norma: nunca voy con cartas ocultas ante quien quiero filmar. Por eso, prefiero hablar de inmersión. Es importante el matiz, ya que yo no busco hacer periodismo a través del engaño. Tratamos de entrar en esos mundos y mostrar con la mayor claridad posible cómo son y explicarlo sin tapujos", argumentaba en una entrevista en El Periódico.

Beriáin y Fraile habían llegado a enfrentarse a los riesgos con el valor de la profesionalidad. Trataban de ofrecer al mundo una información veraz, para contribuir a que ningún lugar del mundo quede a merced del secretismo y la desinformación sobre la que se impone la sinrazón. Precisamente por ello, la labor periodística que realizaban en ningún caso debería plantearse como resultado de una aventura personal.

Maldita noticia que nunca debió llegar, terrible pérdida de dos profesionales excelentes y excelentes personas, qué pena tan grande. Acompaño a las familias en el inmenso dolor y en el mantenimiento para siempre de la memoria de David Beriáin y Roberto Fraile.

La búsqueda de información ha provocado en ocasiones el enfrentamiento con distintos poderes, que en sus casos extremos ha terminado de forma trágica

Trataban de ofrecer una información veraz para contribuir a que ningún lugar del mundo quede a merced del secretismo y la desinformación sobre la que se impone la sinrazón