n nuevo decreto foral del Departamento de Educación, el cual aboga por un reparto más equilibrado del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo o en situación desfavorecida, no aborda la atomización del actual mapa escolar, aspecto que vicia de partida todo el sistema educativo y que tiene un coste social y económico que algunas personas no ven ni quieren ver. Así, desde el compromiso con una educación pública de calidad, y preocupados por el sistema educativo de la Comunidad Foral de Navarra y la actual situación, planteamos las siguientes consideraciones.

En primer lugar, hay que partir de una serie de hechos objetivos que toda la ciudadanía debe conocer:

1. El Gobierno de Navarra sostiene con fondos públicos, y casi por completo, centros de titularidad y gestión privada, motivo por el cual existe la denominación red privada concertada. La mayor parte de estos centros se concentra en Iruñea-Pamplona, y a esta red también pertenecen las ikastolas.

2. Una gran parte de los centros pertenecientes a la red privada concertada es de adscripción católica. Es decir, en un estado aconfesional el Gobierno de Navarra está financiando con fondos públicos centros educativos católicos que recogen los siguientes aspectos en su proyecto educativo: “ (...) obra corporativa del Opus Dei, que se encarga de la orientación cristiana de sus actividades.”, “Nuestro centro es una obra eclesial de educación cristiana”, “(...) crezcan (los adolescentes) a un tiempo según la nueva criatura que han sido hechos por el bautismo”, “(...) educa a sus alumnos para conseguir eficazmente el bien de la ciudad terrestre y los prepara para servir a la difusión del Reino de Dios, a fin de que con el ejercicio de una vida ejemplar y apostólica sean como el fermento salvador de la comunidad humana”. En definitiva, y desde una captura sesgada del ideario en su conjunto, estamos financiando la labor evangelizadora de la Iglesia, incluso la de centros educativos que continúan segregando por sexos al alumnado.

3. Toda la red privada concertada cobra cuotas económicas mensuales a las familias. Sean más altas o más pequeñas, estas cuotas no son asequibles para todas las familias. Al margen de otros pagos (matrícula, ampliación horaria, material escolar, comedor,...), estas cuotas pueden ascender en algunos casos a los 140€ mensuales. En cualquier caso, en las web de la red privada concertada ni se informa de la obligatoriedad o voluntariedad de estas cuotas ni figuran las tarifas que se cobran por alumno. La normativa impide expresamente el cobro de mensualidad alguna a los centros concertados aunque estas cuotas se maquillen como donaciones voluntarias.

4. La mayor parte del alumnado migrado o de origen extranjero se concentra en la red pública. Es decir, existe un desequilibrio en la distribución de este alumnado entre la red pública y la red privada concertada. En este caso, durante los últimos años prácticamente el 85% del alumnado de origen extranjero se ha matriculado en la red pública.

5. La mayor parte del alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo, entre el que se encuentra el alumnado en situación económica desfavorecida, se concentra en la red pública. Es decir, existe otro desequilibrio entre las dos redes.

6. La red pública es la que atiende a la mayor parte de la población rural y no la red privada concertada.

7. Desde las Comisiones Locales de Escolarización de Navarra, entre cuyas funciones se encuentra la admisión y la escolarización del alumnado de incorporación tardía, se derivan más casos a la red pública que a la red privada concertada. Uno de los principales objetivos del decreto que regula estas comisiones es el siguiente: “La adecuada y equilibrada distribución entre centros escolares del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo y del alumnado de condiciones socioculturales desfavorables”. Un análisis histórico de los datos de estas comisiones demostraría que se produce un desequilibrio absoluto y sistemático en la distribución, luego este objetivo se está incumpliendo. Dentro del alumnado de incorporación tardía, durante el curso 17/18 derivaron en la red pública 1.064 alumnos, mientras que en la red privada concertada 123. Este no es un hecho puntual; curso 18/19: 2.047 alumnos derivaron en la red pública frente a los 360 de la red privada concertada.

8. Hemos logrado diseñar un sistema educativo que bien merece el calificativo de kafkiano: red privada concertada, unos católicos otros del Opus Dei, la red privada concertada en euskara -ikastolas-, la red pública, dentro de la cual existen tres modelos lingüísticos A (castellano con euskara como asignatura), G (castellano en su totalidad) y D (opción de inmersión en euskara no siempre garantizada), todos ellos con sus correspondientes variantes de programas de aprendizaje en lenguas extranjeras (inglés, francés o alemán) o British. Todos los mencionados derivan en programas plurilingües, secciones bilingües o programa British.

9. El actual Mapa Escolar de la Comunidad Foral, el cual afecta únicamente a la red pública, no contribuye a paliar algunos desequilibrios que convierten algunos centros en guetos. Así, el actual decreto que regula dicho mapa permite que determinadas familias de un pueblo, aún disponiendo de un centro público en su población, puedan escolarizar a sus hijos/as en un centro concertado que se encuentra a muchos más kilómetros de distancia. Curiosamente, la población autóctona vacía el pueblo en jornada lectiva y es la población de origen foráneo, en su mayor parte, quien se matricula en el centro público del pueblo.

10. En relación con el transporte escolar, el Departamento de Educación facilita la escolarización en la red privada concertada permitiendo que el alumnado de estos centros utilice de manera gratuita las plazas vacantes del transporte de la red pública. Llama la atención que en determinadas poblaciones las vacantes disponibles garanticen el transporte de la mayor parte del alumnado de la red concertada.

Los recientes cambios legislativos han agitado a determinados sectores de la red privada concertada, los cuales han decidido abanderarse de la palabra libertad en sus reivindicaciones. En estos momentos factores económicos -cuotas-, religiosos y sociales impiden que determinadas familias puedan ejercer esta libertad de elección de la que se han abanderado falsamente. Probablemente sea mayor el miedo a la pérdida de determinados filtros y privilegios que a un supuesto ataque a la libertad de elección. Así, cuando el punto de partida para las familias no es el mismo y los factores anteriormente mencionados condicionan una elección, el uso que determinados sectores están haciendo de la palabra libertad es capcioso. La demagogia y mensajes simplistas quieren evitar un debate que subvierta un status quo en el que la red privada concertada vive cómoda y la red pública resignada y en un silencio connivente.

Si bien prácticamente ningún ciudadano se opone a que el Departamento de Salud le asigne un centro sanitario dependiendo de factores geográficos, no sucede lo mismo cuando se trata de la educación. En este sentido, hay quienes no persiguen en la educación el aperturismo, la integración y el desarrollo del pensamiento crítico, sino un centro educativo que sirva para apuntalar valores religiosos y de clase, motivos por los cuales no le vale cualquier centro. Resignarnos a un galimatías educativo atomizado en múltiples redes, modelos y programas debería avergonzarnos, ya que lo que subyace es un sistema totalmente viciado por motivaciones ideológicas, religiosas, económicas y de clase. Factores que deberían ser exógenos a la educación mantienen un sistema educativo modular en el cual no hay un eje vertebrador, más bien cotos privados que, mientras se mantengan, difícilmente podremos hablar de convivencia y cohesión social. El actual sistema dificulta que la educación sea un ascensor social, lo cual perjudica considerablemente al progreso de la sociedad en su conjunto y permite que el autoengaño de la convivencia social se perpetúe.

Firman este artículo: Antonio Ros Zuasti, Joseba Arregui Pabollet, Alberto Arriazu Agramonte, Juantxo Pagola García, Javier Sada Arellano, José Miguel Oiz Francés, María Raquel Marquínez Acedo. Profesorado de Enseñanza Secundaria en Navarra

Los recientes cambios legislativos han agitado a determinados sectores de la red privada concertada, los cuales han decidido abanderarse de la palabra ‘libertad’ en sus reivindicaciones