o pasa un día sin que el alcalde de Iruñea, Enrique Maya, brame contra la propuesta de modificar los criterios de reparto del Fondo de Participación de las Haciendas Locales en los Tributos de Navarra. Sobre todo por la supresión de la Carta de Capitalidad, que supone una merma en las cantidades que el Ayuntamiento de Iruñea ha venido percibiendo desde hace 25 años. Lo que no deja de ser una verdad a medias, ya que no dice que esas cantidades percibidas por el Ayuntamiento de Iruñea ha sido a costa y detrimento de las que correspondían a otros ayuntamientos, entre otros al de Eguesibar.
Nos explicamos: la normativa hasta ahora vigente y que se pretende modificar, configuraba una fórmula de reparto que intentaba, en teoría, aplicar un principio de equidad horizontal, distribuyendo una cantidad global entre todos los ayuntamientos y concejos de Navarra en relación directa a las necesidades de gasto de cada entidad local, y de manera inversa a su capacidad fiscal, garantizando que recibiese más quien tuviera más necesidades de gasto y/o menos capacidad de obtención de recursos propios.
La experiencia nos ha demostrado que con esta fórmula no se ha conseguido materializar el objetivo de equidad que pretendidamente se buscaba. Y, sobre todo, que la misma se ha visto incapaz de hacer frente a situaciones cambiantes en nuestros ayuntamientos. Su aplicación ha causado una discriminación y un evidente perjuicio a los municipios que han experimentado un importante crecimiento a lo largo de estos últimos años.
Ello se ha debido a varias causas: la primera es que el porcentaje destinado a la financiación de las entidades locales no ha crecido ni se ha mantenido en el nivel necesario para garantizar una fuente de ingresos equitativa y suficiente. La segunda es que se ha tratado de un reparto de cabeza de león para el Ayuntamiento de Iruña por el concepto de capitalidad. Del total de la cantidad a repartir, el mencionado ayuntamiento se llevaba un 32 por ciento, el resto se repartía entre los demás municipios aplicando una serie de índices, siendo el más determinante el de la población. Y así llegamos a la tercera causa: la existencia de una cláusula de garantía por la que cualquier localidad, aunque disminuyese su población, no podía percibir menor cantidad que en el año anterior.
El resultado ha sido que, con una cantidad global insuficiente del fondo, Iruñea se llevaba indefectiblemente el 32 por ciento del total. Y con que el resto de las localidades no podían percibir cantidades menores que el año anterior, fuere cual fuese el resultado de la aplicación de la fórmula, ayuntamientos como Eguesibar y otros municipios emergentes han venido percibiendo durante muchos años sumas bastante menores a las que les corresponderían por sus habitantes.
Las diferencias se ven gráficamente si se calcula la cantidad recibida por cada ayuntamiento en relación con sus habitantes. Así, el Ayuntamiento de la capital ha venido percibiendo hasta hoy unos 400 euros por habitante, cuando la mayoría de las entidades locales han percibido unos 260 euros por habitante. Mientras, y ahí está el perjuicio, Eguesibar ha venido recibiendo unos 190 euros por habitante.
El Ayuntamiento de Iruñea deberá percibir la cantidad que le corresponda en relación con sus habitantes, pero no una cantidad superior en base a unos supuestos servicios a vecinos de otras localidades. Ayuntamientos como Aranguren, donde se ubica el vertedero de Góngora, o el de la Cendea de Olza, con la depuradora de Arazuri, y tantas y tantas infraestructuras situadas en Iruñerria y que prestan servicios al conjunto de la población, no han sido objeto de compensaciones económicas a costa de los fondos de reparto a las entidades locales.
Ya vale de demagogias Sr. Maya. Con el nuevo reparto del Fondo de participación de las Haciendas Locales en los Tributos de Navarra, el Ayuntamiento de Eguesibar, gobernado en estos momentos por Navarra Suma, va a recibir un millón y medio de euros más que al año anterior, pero es que por lo menos en los últimos diez años este ayuntamiento ha venido percibiendo cantidades sensiblemente inferiores a las que le correspondían en aplicación de la fórmula, mientras el Ayuntamiento de Iruñea se llevaba el 32% del total, garantizándose, de esa forma, que su parte siempre experimentaba el incremento íntegro del Fondo.
Si, según el alcalde Maya, “Bildu quiere quitar la Carta de Capitalidad a Pamplona”, ¿también va a decir que “gracias a EH Bildu, Navarra Suma de Eguesibar podrá materializar sus inversiones para el valle?
Los autores son concejales del grupo municipal EH Bildu Eguesibar
La experiencia nos ha demostrado que con esta fórmula no se ha conseguido materalizar el objetivo de equidad que se buscaba
Las diferencias se ven gráficamente si se calcula la cantidad recibida por cada ayuntamiento en relación con sus habitantes