Este año más que nunca queremos visibilizar la lucha feminista imprescindible para conseguir un mundo sin violencias y en paz.
Desde Izquierda Unida denunciamos la violencia de las guerras, una violencia basada en la destrucción y el odio al diferente. Denunciamos la violencia sobre las mujeres, utilizadas como armas y botín de guerra. Denunciamos a la OTAN, cómplice de EEUU en su afán expansionista, provocadores de conflictos y guerras en territorio europeo, con la connivencia de la UE. Denunciamos el nuevo intento de aniquilamiento del pueblo palestino, el intento de anexión del territorio de Gaza por parte del régimen sionista de Israel. La violencia fascista de Trump y la violencia sionista de Israel van de la mano en un nuevo intento de ocupación, exterminio y limpieza étnica. Un genocidio donde la infancia y las mujeres han sido víctimas mayoritarias.
Denunciamos al capitalismo y el imperialismo como los marcos que sostienen la desigualdad y la explotación de las personas y el planeta.
Una desigualdad estructural, sostenida por un sistema capitalista y patriarcal cuyo objetivo es obtener beneficios para unos pocos a costa del resto, actuando más duramente sobre las más vulnerables y oprimidas: las mujeres en todas sus diversidades (migrantes, racializadas, trans, con diversidad funcional, mujeres jóvenes y mayores...).
Denunciamos la violencia económica que se ejerce sobre las mujeres, con un 39,2% de porcentaje de brecha salarial de género. Las mujeres siguen sufriendo más paro (62% del total) y más parcialidad no deseada.
Denunciamos la actual organización social de los cuidados, que continúa siendo capitalista y patriarcal. Sigue recayendo sobre los hogares y las mujeres de manera gratuita; pero cuando los cuidados salen al mercado lo hacen en condiciones de precariedad absoluta, sustentada en la desigualdad de género, etnia y clase social.
Denunciamos también la violencia de especuladores, rentistas y fondos buitre, acumuladores de viviendas. Las desigualdades estructurales de género también alcanzan al acceso y mantenimiento de los hogares; la división sexual del trabajo conlleva que las mujeres (solas, precarizadas, racializadas, con personas dependientes) seamos las principales afectadas por la ausencia de un derecho efectivo a la vivienda.
Denunciamos la violencia de la justicia patriarcal que se ceba sobre las madres, desprotegiendo a menores víctimas de padres maltratadores: las feministas de IU estamos con Juana Rivas y todas las madres protectoras y seguimos diciendo alto y claro que un maltratador no es un buen padre.
El olvido y la desmemoria también es violencia. Este 8 de marzo tambien estará presente la memoria feminista, la resistencia y organización de las mujeres durante la dictadura franquista, el ejemplo de tantas mujeres que nos acompaña en nuestra exigencia de verdad, justicia, reparación feminista y no repetición.
Este 8 de marzo estaremos junto a miles de mujeres y hombres en las calles, reivindicando feminismo para vivir sin violencias y en paz.
Este 8 de marzo estaremos en las calles luchando contra la extrema derecha, convirtiendo nuestra rabia individual en lucha colectiva.
Un año más saldremos a las calles a gritar: aquí estamos las feministas.
La autora es responsable de la Red Feminista de IU Navarra