Imanol y Unai, hermanos de Primera
Pamplona - Imanol García Lugea (Esquíroz, 26/12/95) debutó el pasado domingo en El Sadar con el primer equipo de Osasuna. Lo hizo como titular y compartiendo once inicial con su hermano mayor, Unai García Lugea (Esquíroz, 3/2/1992), circunstancia que les convirtió en la quinta pareja de hermanos que coinciden sobre un terreno de juego defendiendo la camiseta del conjunto navarro en un partido de la máxima categoría. Les preceden los Bienzobas Ocáriz, Francisco y Anastasio; los Glaría Jordán, José y Francisco; los Larrainzar Santamaría, Txomin e Iñigo; y los gemelos Flaño Bezunartea, Miguel y Javier, que, aunque lesionados en la actualidad, comparten vestuario con los últimos hermanos en enfundarse a la vez la elástica de Osasuna: los García Lugea, Unai e Imanol.
Tanto uno como otro participaron ayer en Tajonar en el liviano entrenamiento que preparó Enrique Martín Monreal para los titulares ante el Celta y, tras la sesión, ambos rememoraron el, para ellos, histórico choque contra el equipo vigués. “No sabía que iba a jugar hasta el mismo día del partido”, relata Imanol, aunque Unai matiza: “En realidad no lo supo hasta que el míster dio la alineación en El Sadar, porque no dijo nada en la charla que tuvimos en el hotel antes del partido ni después de ver el vídeo del rival”. Reconoce Imanol que la decisión del técnico de colocarle como mediocentro titular, a su juicio “valiente”, le pillo “por sorpresa”. “Confiaba en entrar en la lista de 18 convocados y luego ya se vería, pero estoy agradecido porque confiara en mí”, relata el menor de los García Lugea, mientras que el mayor aprovecha para desvelar un secreto de vestuario. “El míster dio la alineación y siguió hablando un poco, pero, cuando terminó, le dijo a mi hermano: ‘No te habrás cagado, ¿no?’. Todos nos reímos mucho”, descubre Unai. Eso sí, Martín Monreal le aconsejó al debutante comportarse sobre el césped de la manera más natural posible. “Me dijo que fuera yo mismo y que hiciera las cosas que venía haciendo, que eso era lo que me había hecho estar ahí”, cuenta Imanol. Y eso fue lo que hizo Imanol, que también recibió alguna sugerencia de su hermano. “Le dije que estuviera tranquilo y que no se complicara la vida”, dice Unai, que añade: “La verdad es que le vi bien, robó balones, jugó serio y dio equilibrio al equipo”.
El del domingo fue un día especial para los hermanos García Lugea, pero también para sus padres, que acudieron a El Sadar, como hacen habitualmente, aunque esta vez para disfrutar de la participación en un partido de la máxima categoría de dos de sus hijos, no solo de uno. “No pudimos avisarles porque ya estábamos en el vestuario cuando nos enteramos de que Imanol también iba a ser titular”, explica Unai, que añade que “mi padre sí que me dijo luego que, cuando iba a salir de Esquíroz hacia el estadio, alguien le avisó de que ya había salido la alineación y fue al campo sabiendo que jugábamos los dos”.
“No sabemos qué nos deparará el futuro, pero esa experiencia de haber jugado juntos y en Primera siempre la tendremos ahí”, cuenta orgulloso Unai, que reconoce que, “al jugar yo en Osasuna desde crío y mi hermano pequeño en el San Juan durante muchos años, no pensábamos que pudiera darse la circunstancia de jugar juntos en Primera”. Pero ocurrió el domingo merced al debut de Imanol, que se sintió cómodo. “Sé que Unai estaba un poco nervioso por mí, porque soy su hermano pequeño y sé que le importaba que lo hiciera bien, pero, en mi caso, al principio sí que estaba un poco nervioso, pero todo cambia cuando sales al verde”, cuenta el menor de los García Lugea, deslumbrado por el ambiente de El Sadar: “Voy siempre al campo cuando juega Osasuna, pero me sorprendió comprobar desde dentro cómo aprieta la afición. Es muy bonito y al principio me impresionó”.
Imanol se ha saltado dos categorías casi del tirón, ya que hasta el curso pasado jugaba en Tercera y el domingo lo hizo en Primera, como titular, aguantando todo el partido y siendo el futbolista, junto a Aitor Buñuel, que más kilómetros recorrió (11,5). “Este año he jugado tres partidos en Segunda B con el Promesas y ya noté el cambio de ritmo e intensidad, así que en Primera... Es otro mundo. Hay que estar concentrado durante todo el partido porque cualquier jugador te puede hacer muchísimo daño”, explica.
A Unai e Imanol García, que dieron sus primeros pasos como futbolistas en la ikastola Amaiur antes de pasar a Osasuna y San Juan, respectivamente, se elogian mutuamente. Unai dice de Imanol que “es un jugador que ha ganado mucho en agresividad, no pierde balones y da equilibrio al centro del campo”, mientras que Imanol, que tiene a Patxi Puñal y Xavi Hernández como referentes, dice que le gusta de Unai “su gran salida de balón, su contundencia defensiva y su agresividad”. Amor de hermanos. El jueves, contra el Espanyol, pueden ser titulares otra vez, aunque Imanol se muestra cauto. “Prefiero disfrutar del momento”, dice. Y en eso está. Como su hermano. Dos chicos de Esquíroz que han llegado a la elite, como otro de sus vecinos, Nacho Monreal, exrojillo y ahora en las filas del Arsenal londinense. Un hito para una localidad que no llega a los 400 habitantes. “Nacho me escribió un mensaje después del partido para recordarme que tres de Esquíroz ya hemos jugado en Primera”, revela Unai. Dos de ellos, hermanos. Los García Lugea.