pamplona - El delantero de Osasuna Chimy Ávila dijo que al futuro le pide tener una larga carrera deportiva en el fútbol y salud para sus dos hijas. El atacante rojillo, uno de los jugadores de moda de la Liga, fue entrevistado en el programa El Larguero de la Cadena SER donde se significó como un hombre religioso, amante de su familia y orgulloso de sus orígenes humildes, cosa que no olvida y que le sirve para relativizar los momentos dulces que atraviesa actualmente en el fútbol.

“Me gustaría retirarme del fútbol a los 40 (años) y que mis hijas tengan salud siempre. Me gusta ir paso a paso, Dios me deparará el destino. Hay que hacer las cosas bien día a día para volar más alto”, dijo el delantero de 25 años cuando se le cuestionó sobre su futuro.

“Me tuve que acostumbrar a los golpes, en un saco de boxeo. Desde que nací tuve que elegir entre dos opciones: o el colegio o la calle. Digo que mi colegio fue la calle porque aprendí lo que se puede hacer y lo que no. Mi barrio fue el aprendizaje”, explicó Chimy Ávila sobre su vida en un barrio conflictivo de Rosario, integrante de una familia de nueve hermanos cuyos padres se separaron muy pronto.

“Mi brazo izquierdo simboliza a mi madre. Está dedicado a ella. Mi madre hizo cosas por nosotros que no lo devuelvo con un tatuaje”, recordó.

“Si quieres algo, debes luchar por ello, no rendirte, dar los pasos firmes”, continuó con sus explicaciones sobre la vida. “Soy un privilegiado en la vida por lo que tengo, pero no fue fácil ser lo que soy. Hay mucha gente sin un plato digno, nosotros podemos tenerlo y hay que recordarlo”.

El futbolista de Osasuna volvió a mostrarse crítico con la situación social que se vive en Argentina y que a él le tocó vivir. “Conseguir un trabajo en Argentina es más difícil que delinquir. Pedís (pides) un trabajo y poca gente te lo da, y pides un arma y tienes más gente que te la da”, explicó. “Yo todos los días hacía 20 kilómetros en bici para que mi mujer fuese en autobús y que con el dinero de mi boleto -del billete del autobús que él no gastaba- pudiese tomar un café. Por eso miro para atrás para recordar eso y que me de más fuerza, más inspiración”.

Chimy, que se casó a los 18 años y tiene dos hijas, también recordó sus situaciones difíciles en el fútbol, cuando dejó de jugar un tiempo. “He pasado momentos muy duros, porque de estar jugando en el primer equipo pasé a juntar cartones en un carro, juntar botellas de vidrio para venderlas. No me avergüenzo de ello. Pero gracias a Dios me puso a eso en el camino y no me puso en la delincuencia. Soy un hombre muy religioso”.

Con las imágenes de sus dos hijas tatuadas en las piernas, recuerda también momentos delicados por la enfermedad de una de ellas cuando era muy pequeña. “Mejor padre me hacen mis hijas día a día”, terminó e insistió. “Siempre miro para atrás porque recuerdo de dónde salí, lo que pasé. No olvidarme lo que me costó para darle valor al presente”.

en la órbita del sevilla Chimy Ávila fichó por Osasuna en el mercado de verano hasta junio de 2023. Delantero interesante que está aumentando su cotización por el buen momento que está viviendo en el conjunto navarro -la acción en el tiempo de descuento que termina en penalti en el partido del fin de semana pasado en el campo del Espanyol ha puesto más focos sobre él-, estuvo en la órbita del rival de mañana, el Sevilla, como uno de los refuerzos para el curso actual.

El propio jugador, como recuerdan medios sevillanos, reconoció tal circunstancia. “Muchos pensarán que me podía haber ido al Sevilla o al Getafe, que se interesaron por mí, pero uno prioriza el bienestar de la familia y estar tranquilo. Para mí eso está por encima del dinero. El dinero es una recompensa que te va a dar Dios más adelante, pero primero hay que armar la casa para poder poner el techo”, confesó entonces. Osasuna fichó a Chimy Ávila de San Lorenzo de Almagro por 2,7 millones de euros. La cláusula de rescisión del atacante rojillo en la Liga asciende a 25 millones de euros.

Ídolo en Tajonar. Chimy Ávila es tratado como un auténtico ídolo en Tajonar y, estos días de fiesta continuada para pequeños y mayores, es uno de los jugadores más buscados. El delantero argentino no se va a los vestuarios hasta que ha firmado absolutamente todo lo que le piden y se ha fotografiado también todas las veces que haga falta. Su simpatía con los niños hace de él un tipo entrañable. Y los críos lo saben.