Pamplona - “No existe dinero para comprar la dignidad”. Es ésta la primera de las respuestas que ofreció durante su declaración de ayer el exjugador del Betis Antonio Amaya, en la que eligió responder únicamente a las preguntas que le formuló su abogado. El futbolista dijo que “jamás” había recibido una propuesta económica para perder un partido, pero sí reconoció que una vez negoció una prima por ganar, aunque finalmente no se concretó: “A Vizcay le he visto una vez en mi vida, en el hotel Los Galgos y junto a Txuma Peralta, en una reunión en la que se habló de un incentivo por ganar al Valladolid, cosa que no se cumplió”.

El exgerente de Osasuna se convirtió en uno de los blancos del exbético al asegurar que “todos los exdirigentes dicen que Vizcay saca dinero de las arcas de Osasuna y ahora solo le queda intentar repartir la basura entre los jugadores, pero está claro que el dinero se lo ha quedado él”. Antonio Amaya, uno de los once acusados en el juicio por amaños, apropiación indebida y varios delitos más que se está celebrando desde el pasado lunes en el Palacio de Justicia de Navarra, se refería al encuentro de la penúltima jornada de la Liga de Primera División de la temporada 2013-2014, en el que el Betis, ya sin opciones de permanencia en la máxima categoría, derrotó al Valladolid (4-3).

Cuestionado por aquel encuentro, que vio desde la grada porque estaba lesionado, el exfutbolista del Betis analizó el choque como “un partido loco”. “El Valladolid tuvo más ocasiones y no merecimos ganar. De hecho, en el minuto 91 íbamos 3-3 y ganamos con un gol de falta directa desde casi el centro del campo de Juanfran, que no había metido un gol de falta en toda su carrera”, recordó Amaya.

“Caprichoso de los coches” También respondió a cuestiones referentes a su patrimonio. Explicó que en 2014, después de aquel final de Liga que ahora se está juzgando, se compró un vehículo porque “soy un caprichoso de los coches y suelo cambiar cada cinco o seis meses”, aclarando a su vez que a mediados de mayo se lo vendió a su cuñado por 26.000 euros. “Me pagó 13.000 en efectivo y pactamos que me daría el resto cuando vendiera su coche”, explicó el exbético, que añadió que, 20 días después, como consumía mucho, su cuñado le dijo que no podía quedárselo y, como estaba a su nombre, lo vendieron por 26.000 euros, cantidad que el comprador ingresó en la cuenta de la mujer de su cuñado, que luego le pagó los 13.000 que le debían a él. “Es un dinero legal mío y lo ingresé en mi cuenta”, justificó.

El casino y una moto El jugador, que ahora tiene 36 años y se encuentra sin equipo, explicó que los primeros 13.000 euros que recibió por esta venta se los quedó en su casa porque le gusta tener “efectivo”, ya que, cuando comenzó a jugar en el Rayo Vallecano con 18 años, cobraba “siempre en efectivo”. Fue éste el argumento que utilizó para justificar que no sacara dinero en junio de 2014 -“no suelo llevar tarjetas de crédito encima”, añadió- y que de esos 13.000 euros salieron los 900 que empleó como señal para un piso. También explicó cómo pagó 4.000 euros por una moto poco tiempo después: “Gané mil y pico euros en el casino y al día siguiente me permití el capricho de dar esa señal para la moto, para luego pagar el resto a plazos”. Para terminar, también ofreció un razonamiento a las extracciones de 10.000 y 4.000 euros que hizo en diciembre de 2014: “Prefiero tener el dinero en casa en vez de en el banco”. - E.C./J.L.

“Ese año éramos una ruina”

“Tiramos más a puerta”. Amaya respondió a varias preguntas sobre el partido que Osasuna y Betis disputaron en El Sadar en la última jornada del curso 2013-2014, encuentro que terminó con victoria local (2-1) y que presuntamente fue amañado. El acusado, que no pudo jugar aquel día por lesión y que siguió el choque en directo por televisión, opinó que, “si el Betis hubiera jugado durante toda la temporada como lo hizo contra Osasuna, nos habríamos salvado”. “Tiramos más a puerta y el portero de Osasuna fue el mejor del partido”, afirmó, al igual que un día antes lo había hecho otro de los encausados, el exdirectivo de Osasuna Txuma Peralta. Amaya dijo que el Betis llegó a las últimas jornadas sin opciones de permanencia en Primera, calificó la campaña que hizo su equipo como “desastrosa” y recordó que el conjunto bético ganó solo seis partidos en todo el año. “Éramos una ruina”, remató.