Jagoba Arrasate suele medir los elogios individuales porque prefiere integrar en el grupo los momentos brillantes de los jugadores. Pero el encuentro ante el Espanyol le dio un puñado de nombres propios sobre los que hablar francamente bien. El entrenador rojillo extendió sobre sus jugadores un manto general de reconocimiento cuando reflexionó que encontró el domingo más jugadores para la causa de la Liga, que es donde se están cociendo los apuros y el equipo se la juega.

Pero Arrasate tiene como para hacer un recuento de futbolistas con méritos. El técnico dijo refiriéndose a la última incorporación, Manu Sánchez, que con la llegada del lateral izquierdo la plantilla quedaba más completa. Osasuna dispone de dos hombres específicos para el flanco de los zurdos donde Roncaglia e Íñigo Pérez han tenido que recolocarse en alguna ocasión ante las necesidades. Manu Sánchez demostró en su debut en la Copa que es un futbolista que -con un perfil distinto- está en condiciones de disputarle el puesto a Juan Cruz, pugna más que necesaria en aras de la mejoría y de la búsqueda de soluciones.

No cabe duda de que Juan Pérez va a ser el portero para la Copa, pero el domingo demostró que más allá de este logro, es un cancerbero para reforzar las garantías de la portería. Rubén Martínez aún va a estar un tiempo apartado del trabajo con el grupo por su lesión en un dedo sufrida ante el Alavés -el 31 de diciembre- y el calendario es cualquier cosa menos relajado.

Sumar nombres para la causa también es recuperar personal porque por fin sale del calvario de las lesiones o porque alguno ha acelerado el paso, ha adquirido protagonismo, para ponerse por lo menos la altura de otros más comunes en los planes del entrenador. Las lesiones de han cebado en el centro del campo de Osasuna -ahí sigue Darko en el dique seco aún para varias semanas-, pero por fin se ve la luz en cuanto a incorporación de efectivos. Lucas Torró ha estado más de dos meses lesionado y ha tenido una participación testimonial en lo que se lleva de curso. Frente al Espanyol hizo su mejor encuentro tras haber estado antes en la Liga en siete partidos, solo en dos ocasiones como titular -solo ha jugado los 90 minutos contra el Celta-. Torró es un futbolista con un apreciable componente táctico, por condiciones y demarcación.

Javi Martínez es el ejemplo de la progresión pura y dura. El canterano ha ido mandando señales de que estaba en condiciones de sumar cada vez más en el grupo y la Copa el domingo fue la confirmación. El chaval es una gozada en el derroche físico y tiene una interpretación del juego que encaja en este Osasuna. Torró y Javi Martínez se suman a la batalla de la Liga desde el meollo del campo.

El caso de Kike Barja, el goleador imprevisto, es especial porque se trata de aprovechar la racha y chispa realizadora del extremo. Con cuatro goles en la Copa -solo Sergio León en el Levante, con cinco, ha marcado más que él-, el futbolista de Noáin está llamando también a tener su oportunidad en la Liga, a retar a otros de los que juegan en la banda y buscar de una vez el espaldarazo en el campeonato.

Las buenas sensaciones en la Copa se deben trasladar, de todos modos, de manera inmediata a la Liga, donde no se debe perder más tiempo. Arrasate tiene más personal con el que contar.