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deportes

Excomunión de los herejes

En un párrafo

ice la FIFA que, si se crea la Superliga de Europa, ni los clubes ni los jugadores participantes podrán jugar las competiciones de FIFA, UEFA y federaciones nacionales. Es lo que tienen los cismas, que se afrontan siempre comenzando por la excomunión y la profecía de descenso a los infiernos de los herejes. Pero, si te fijas bien, toda esa argumentación parte de una premisa errónea: son las competiciones nacionales e internacionales de clubes, y aún más las de selecciones, las que saldrían perdiendo con esa prohibición. Por no hablar de lo hartos que están los clubes grandes de que las selecciones se lleven a sus jugadores -y a veces se los devuelvan rotos-. Es un “Que se joda mi capitán, que hoy no como rancho”. No sabemos si la Superliga es factible y es viable, y no sabemos si está en vías de crearse o aún en la fase de castillo en el aire. Pero está claro que para frenarla hará falta mucho más que esa patochada de prohibición.