Que Osasuna da por hecha su permanencia en Primera División por segunda temporada consecutiva -pese a que todavía no es matemática- y que ya trabaja en la planificación del próximo ejercicio es un hecho, confirmado por la reciente ampliación de contrato de David García con sustancial aumento de duración, sueldo y cláusula para asegurarse la continuidad de uno de los mejores centrales de la Liga, pero también por las noticias que llegan desde las islas Baleares. Y es que Diario de Mallorca publicaba ayer en su edición digital la intención de Osasuna de pedir una rebaja al club bermellón en el precio por Ante Budimir.

El delantero croata, de 29 años (cumplirá 30 el próximo 22 de julio), llegó cedido al cuadro navarro poco antes de que se cerrara el mercado de fichajes del pasado verano, que se prolongó hasta el mes de octubre. Pese a aterrizar en Pamplona con la temporada ya iniciada y pese a que su estreno oficial como rojillo se retrasó aún más tras dar positivo en covid después de una concentración con la selección de su país, Budimir es en la actualidad el máximo goleador del conjunto navarro en Liga, en la que ha anotado 7 goles, a los que hay que sumar otro en la Copa.

Osasuna y Mallorca pactaron una cesión por una temporada y una opción de compra no obligatoria al término de la misma de 8 millones de euros, cifra que, según la información de Diario de Mallorca, el club navarro no quiere pagar pese al interés por hacerse con los servicios del futbolista. Y no queda ahí la cosa, sino que en la que misma noticia se añade que “desde la dirección deportiva que encabeza Braulio Vázquez se plantean hacer una oferta a la baja por el delantero balcánico -de entre 3 o 4 millones de euros- para hacerse con sus servicios”.

Budimir ya se declaró en rebeldía a principios de la temporada pasada para salir del Mallorca por su deseo de seguir jugando en Primera División -descendió con el conjunto bermellón- y en Osasuna ha encontrado un lugar en el que continuar marcando goles. El croata parece haberle tomado la delantera a Jonathan Calleri, también cedido hasta el final de curso, aunque el grupo inversor que posee los derechos del argentino le ha tasado en 20 millones.