El letrado pamplonés Miguel Ezcurdia Huerta ha representado a Osasuna a lo largo de todos los procedimientos penales en los que se ha visto envuelto el club en los últimos años ejerciendo de defensor cuanto tocaba y de acusación, como en los últimos casos, para tratar de recuperar dinero para las arcas del club. En el último ejemplo, la pieza B que se abrió por los gastos personales e incontrolados del expresidente Pachi Izco, Ezcurdia se felicita por haber podido recuperar para el club hasta 975.000 euros en bienes y patrimonio entregado, 725.000 de ellos de Izco y 250.000 del exauditor Suárez.

El expresidente Izco tan solo abrió la boca el pasado lunes para echar en cara que se le preguntara por su gestión al frente del club tantos años después. ¿Cómo valoraría usted dicha gestión?

-Creo que, al final de todo este proceso, lo que uno ha leído se puede resumir en una cuestión de uso público, que es la Ley foral de reestructuración de la deuda. Me refiero a que aquella época se puede resumir en que Osasuna perdió todo su patrimonio y que incluso a día de hoy sigue pagando deuda generada por Izco en 2003, con la firma de un crédito para la refinanciación de la deuda del que quedan varios millones por abonar. Y, todo ello, complementado con que seguimos sin que Tajonar y El Sadar sean patrimonio del club.

¿Por qué se llegó a esa situación?

-Por muchos motivos. Fundamentalmente porque hubo un despilfarro sistemático durante todos aquellos años de su gestión, en el que se ingresaba mucho menos dinero del que se gastaba. Y lo que es evidente es que nadie ponía freno a aquello. Lo que queda demostrado en el caso de Izco es que obtenía cantidades de muy diferentes modos, a través del uso de tarjetas, de disposiciones de dinero en efectivo, de recibos por comisiones de agentes de futbolistas, y nadie ponía freno.

¿Cree que una situación así se puede dar en el club tal y como lo conoce en la actualidad?

-Desconozco si podría ocurrir en otros clubes, pero en Osasuna es prácticamente imposible que se repita porque, a día de hoy, la comisión de control económico sí que vigila y controla todas las cuentas del club. Cualquier gasto extraño y excesivo es controlado y no hay que olvidar que en la comisión hay un representante de la Hacienda foral. Y nada tiene que ver esta comisión con la que llegó a desaparecer, o la que no tenía información alguna, de las directivas de Izco y Archanco.

Al final lo que queda es que Osasuna vivió una década de ficción.

-Desde luego las cuentas que se presentaban a los socios compromisarios no eran ciertas. Por detrás de las auditorías había un informe de las salvedades existentes en las cuentas que comprometían seriamente estas y al socio se le daban unos números que no eran reales y aprobaba por tanto unas cuentas que no eran fieles.

¿Le satisface el resultado de la causa abierta contra Pachi Izco?

-Estamos satisfechos en el club por la cantidad obtenida porque legalmente no era posible llegar a más. La negociación fue muy compleja. Nuestra misión era recuperar el máximo beneficio posible para el club. La ley establece unas cantidades máximas para el patrimonio y eso es lo que Izco ha entregado. Al final, en un proceso judicial así, no se trata tanto de la cantidad que supuso la apropiación, sino del patrimonio que tiene cada uno. Quizás lo importante para no llegar a estos números hubiera sido parar la bola antes. Hay que tener en cuenta que nosotros reclamábamos 1,1 millones de euros y hemos podido recuperar casi un millón. Nos tenemos que sentir satisfechos. Y había dos elementos cruciales: había que recuperar el máximo patrimonio posible y había que deslindar la actuación de un mandatario como Izco de lo que era el club y sus socios. Difícilmente puedes como socio tomar una decisión si la información que obtienes no es la correcta. Otra cosa es que el órgano de control de entonces, como era la junta directiva, y la propia Administración Pública, debían velar por los intereses de Osasuna y no cumplieron ese cometido.

Es un gran rojillo y socio compromisario, ¿se ha sentido decepcionado al ver todo lo que los procedimientos judiciales le han mostrado del club?

-Es difícil poner un adjetivo a todas las cosas que he ido viendo a lo largo de todos los procedimientos penales. Ni en las peores pesadillas de cualquier rojillo me podía imaginar lo que he visto y todo lo que he encontrado. Era una época en la que se hacían traspasos millonarios, había éxito deportivo, una previa de Champions, una final de Copa, pero lo que no sabíamos es que el club era una ruina económica. Al ver todo eso, la decepción es evidente.

¿Aspira a que se pueda recuperar más dinero para el club de los otros procesos judiciales abiertos?

-Entendemos que sí se podría recuperar pero dependerá del patrimonio personal de los acusados. Creo que podremos recuperar ciertas cantidades que fueron detraídas y entendemos que nos quedan posibilidades. Quedan causas abiertas, el recurso por los amaños en el Supremo, varias apelaciones de Hacienda y otros asuntos menores relacionados con los otros directivos. Quizás nos quedan todavía al menos dos años de causas abiertas.

"Lo que ocurría aquellos años de Izco era un despilfarro sistemático al que nadie ponía freno"

"Como aficionado, ni en la peor de las pesadillas podía imaginar lo que he visto a lo largo de todos los procesos"

"Aquella época se puede resumir en que Osasuna lo perdió todo, incluso su patrimonio, y aún adeuda"