En un párrafo

Rusia no se le deja participar con su nombre en numerosas competiciones internacionales, por haber practicado durante varios años dopaje de estado. Y cuando se le deja ir a los Juegos de Invierno, con el nombre de Comité Olímpico Ruso, lo agradece con el penoso positivo de la patinadora Kamila Valieva. Penoso porque la sustancia detectada es trimetazidina, un medicamento que se receta a adultos con angina de pecho. Penoso porque la propia Rusia la sancionó en diciembre pasado, pero le levantó la suspensión sin explicar los motivos. Y penoso, sobre todo, porque Valieva tiene tan solo 15 años y en ninguna cabeza cabe que ella sola se lo haya guisado y comido. Rusia no espabila. Ha decidido ir por el deporte haciendo trampas y ni con las sanciones cambia de opinión. Esto ya solo tiene remedio vetándola de verdad y por completo en las competiciones internacionales.