El equipo de juvenil de Osasuna se proclamó campeón de la Copa de campeones el 10 de mayo de 2001 al derrotar 0-1 al Atlético de Madrid en una final que se jugó en La Cartuja de Sevilla, escenario en el que primer equipo rojillo va a disputar este sábado la segunda final de Copa de su historia. Mikel Markuleta marcó el tanto de la victoria. Como trabaja y reside en Oiartzun, localidad natal de su pareja, con la que tiene una hija de 16 meses, no pudo acudir a la cita con sus compañeros en El Sadar, pero sí que atendió la llamada de este periódico.

¿Qué recuerda de aquel partido?

–Es uno de mis mejores momentos jugando a fútbol por la importancia del partido, la repercusión que tuvo, el contexto y la relevancia del título.

Es el único título nacional de la historia de Osasuna, junto al de Segunda División que conquistó el equipo de Arrasate en 2019...

–Tiene su mérito. En el momento no eres tan consciente de la relevancia que tiene aquello a nivel histórico y de club, pero dice mucho que hayan pasado tantos años y que prácticamente sea el único título.

Ganaron sin ser favoritos.

–Bueno, éramos un equipo con muy buenos resultados. De hecho, en cadetes ya estuvimos a punto de llegar a una final de nivel nacional. Éramos un equipo bien considerado, pero había otros que sonaban más, con jugadores internacionales, aunque nosotros también teníamos a Miguel Flaño. Siempre se piensa que un Real Madrid, un Atlético o un Barça van a estar por encima, pero la verdad es que éramos un equipo muy ganador, que habíamos tenido triunfos en todas las categorías y que, cuando nos habíamos enfrentado a equipos a nivel nacional, nadie nos había pasado por encima.

¿Cómo fue el gol de la final?

–Fue en una salida de balón del Atlético desde atrás, les presionamos en tres cuartos de campo, les robamos el balón, lo cogió Sergio Galán, hizo una conducción muy buena atrayendo al defensa y, más o menos cuando llegó al borde del área, me hizo un pase horizontal y, según vi que el portero se adelantaba, le pegué con el interior abajo y entró.

Y luego, a defender.

–El recuerdo que tengo es que fue un partido muy igualado y muy cerrado, pero por las dos partes. No tengo el recuerdo de que nos echáramos atrás, ni de que nos apretasen. Sí que recuerdo que sufrimos porque el 1-0 es un resultado muy corto, pero la idea que tengo es que hubo muy pocas ocasiones porque nosotros teníamos una muy buena defensa y ellos también.

Dicen sus compañeros de aquella época que Osasuna nunca ha perdido en La Cartuja, una buena señal para la final de Copa, ¿no?

–A ver si se mantiene la racha y nos dan una alegría grande de ganar un título como éste. Estaría muy bien.

¿Qué opciones le otorga a Osasuna de conseguir el título?

–Es complicado. El Madrid está bregadísimo en este tipo de partidos y es un equipo ganador, pero con este Osasuna se puede esperar cualquier cosa porque es un equipo que está demostrando, no solo esta temporada, también en las anteriores, lo sólido que es con Arrasate y lo bien trabajado que está. No sabría dar un porcentaje, pero Osasuna sí que va a tener sus opciones.

Un 0-1, como el que ustedes consiguieron hace 22 años contra el Atlético de Madrid en La Cartuja, estaría bien, ¿no?

–Sí, sí. Y un 0-0 y ganar en los penaltis también me vale.