'Cuco' Ziganda: “Me imagino un Osasuna que impide al Brujas salir de su campo y que en cada centro El Sadar esté empujando”

Se han cumplido 17 años de la vuelta en previa de Champions contra el Hamburgo, ¿qué recuerda?

–Recuerdo la ilusión de jugar contra un equipazo. En este caso con el Brujas es parecido, que va líder en Bélgica. Me acuerdo de la expectación que tenían los aficionados que fueron a Hamburgo y el ambiente que hubo en la vuelta, aunque la ventaja que llevábamos no se pudo traducir en victoria. Fueron dos partidos muy muy igualados con un empate a cero en la ida y empate a uno en la vuelta. En el cómputo general creo que fuimos mejores, incluso con decisiones arbitrales controvertidas. El Hamburgo era un equipo con peso, con jugadores muy reconocidos, pero Osasuna en esos momentos era un equipazo también. El pase se decidió en detalles. A los puntos fuimos mejores, pero con el valor doble de los goles fuera de casa no nos lo pudimos traer. Incluso tengo en la cabeza la última ocasión de Webó con Savo entrando a un centro de Raúl García. Pero bueno, la vida sigue para adelante y tuvimos la suerte de disputar el recorrido de la Europa League que lo recuerdo con tanta o más ilusión que la previa.

¿Notó a la afición en Hamburgo?

–Sí. Para Osasuna quedar cuarto y jugar previa de Champions es como si te colaras en una pantalla que no es la tuya. Era un momento de saborear y de vivirlo; es algo que queda para el recuerdo.

En El Sadar se respiraría un ambiente mágico...

–Tremendo. Me acuerdo de que estaban todas las calles engalanadas, el recorrido hasta El Sadar estaba lleno de banderas... era impresionante la ebullición en la que estaba la ciudad. Es de esos días en los que sabes que vas a hacer un buen partido. Luego es todo muy igualado, pero el equipo dio la cara. Pero bueno, luego la decepción también fue tremenda porque se nos escapó en un chasquido.

¿Recuerda qué transmitió a sus jugadores antes de salir?

–No, pero son partidos en los que no hay que intervenir en exceso porque la sobreexcitación ya está ahí y el entorno hace esa función motivacional. El colorido del campo, las previas en la calle... te llevaban en volandas.

Tras eliminarse les quedaba todo el camino de la UEFA. ¿Qué momentos tiene grabados? Hay algunos como aquel gol de Nekounam en el 119 ante el Girondins...

–Eso sí que lo tengo en la retina. El gol de Neko fue el éxtasis total en El Sadar. Siempre tendré la espinita clavada en El Sadar con el Sevilla. Íbamos 1-0, los teníamos ahí, hubo un apagón y se nos cortó esa racha. Luego también el no disponer de Savo y Soldado en la vuelta, que en esos momentos eran los delanteros titulares. Me quedo con el recorrido, con esa fase de grupos en la que fuimos justitos pero luego fuimos a más. La eliminatoria con el Girondins, la experiencia de jugar en Escocia contra el Rangers donde hicimos un partidazo con ese ambiente británico... Estas experiencias que para la gente que vivimos de esta manera el fútbol son algo irrepetible.

Justo contra el Rangers fue el primer gol de Osasuna en Europa.

–Yo estaba de espectador ese día. Fui hora y media antes con el bocata y vi el partido de otra manera. Fui partícipe de un espectáculo que no tiene comparación alguna.

¿Qué supuso todo este recorrido para Osasuna?

–Es plantarte ahí entre equipos que miras desde una distancia porque son otro nivel. Fuimos capaces de estar ahí y de tener un recorrido enriquecedor. Lo mejor de todo es cómo disfrutas de la afición, de que la gente se sienta orgullosa y de que te siga a todas partes, como dice la canción. Fue una experiencia larga y vibrante.

¿Con qué mentalidad hay que salir?

–Me imagino un Osasuna que impide al Brujas salir de su campo, que en cada centro esté el estadio empujando, que cada córner el público haga parecer que es un penalti... Eso los jugadores lo van a notar e irán con mucha fe.