No es que el Betis y Osasuna dejaran un partido para los posteridad tras un encuentro donde los dos chispazos de los locales fueron más que el único que tuvieron los visitantes. Lo más preocupante para los rojillos es que, un partido totalmente destinado a un empate tanto por juego como por resultado, se fuese por el sumidero en dos errores llegados cuando iban a acabar ambas partes. Ese detalle, por lo menos, le añade un punto más de amargura a la derrota.

Tendrán que analizar Arrasate y su cuerpo técnico lo ocurrido en esos últimos minutos tanto de los primeros como de los segundos 45 minutos. Antes del descanso los rojillos no habían hecho deméritos para irse perdiendo ni mucho menos, pero William José les mandó para los vestuarios con un golpe moral impresionante. 

Y eso se notó durante buena parte de la segunda mitad hasta que Jagoba tocó a arrebato con sus cambios. Así de memoria, el técnico rojillo pocas veces había mostrado tan claro su actitud y su valentía como lo hizo en el Villamarín. Contradictoriamente, con Aimar y Moi en el pivote, el gol llegó con un pase milimétrico de Catena a la espalda de la defensa bética para que Rubén García realizase un buen control y se sacase un duro disparo con la derecha para empatar el partido. 

Justicia en el resultado que poco antes había estado a punto de romperse con un penalti y expulsión que el VAR corrigió tras varios minutos de ansiedad. Esto del fútbol moderno te da emociones mientras los protagonistas están parados y unos señores desde Las Rozas le ponen picante al partido. Por decirlo de alguna manera. 

Pero entonces llegó el último minuto del partido y otra desconexión que en este caso ya no tuvo vuelta atrás. Es bastante incomprensible que un equipo no rasque un punto por un despiste en el 93. Osasuna no está para andarse con regalos de puntos. Isco se sacó un gran disparo al nivel de los elogios que había recibido durante los 90 minutos anteriores. 

Y ahí se acabó todo. Caer derrotado en el Villamarín puede entrar en las cuentas de Osasuna. Lo que pocos se esperaban es que fuera por dos errores en los minutos finales de cada parte. Duele más de lo esperado. Toca mejorar para que no se vuelvan a repetir. Con una basta.