Williams tumba a Osasuna

Osasuna cayó este sábado ante el Athletic, que se adjudicó la octava edición del Euskal Herria Txapela, un premio añadido en la victoria en un encuentro más igualado en la primera parte que en la segunda, cuando los rojillos nunca se encontraron cómodos y fueron fulminados por un golazo de Iñaki Williams. Los desajustes defensivos le crearon variados problemas al conjunto de Vicente Moreno, que sufrió más de la cuenta en esta faceta por el fútbol rapidísimo del Athletic. El latigazo del mayor de los Williams llegó tras una acción rapidísima de Djaló, el otro goleador. Osasuna sufrió ante uno de los equipos más rápidos de la Liga. Datos a tener en cuenta, cuestiones para subsanar.

Que se trata de que haya reparto de minutos para todo el mundo también en estos partidos con un plus de exigencia quedó claro en las alineaciones, sobre todo en la del Athletic. Vicente Moreno, tras presentar un equipo que dio un buen rendimiento y se llevó la victoria ante la Real Sociedad (1-2), optó por agitar mínimamente el cóctel de las oportunidades para oponer al Athletic una formación poco cambiada. No hubo muchas variantes, porque hay parejas de baile que parecen indisolubles caso de Herrando y Catena, Torró e Iker Muñoz. En otros puestos, además, no hay discusión. Las señales sobre la alineación titular más posible para el inicio de la Liga quedaron mandadas.

Osasuna pagó algunos desajustes defensivos en el primer tiempo, porque el Athletic fue el dominador general de la contienda y, en sus mejores minutos, sacó provecho de una acción por la banda izquierda en la que Sancet fue el primer gestor de la pelota en un pase sobre Prados que sirvió la pelota a Djaló para que marcara un gol impecable.

A los rojillos les espoleó el tanto en contra. Se aproximó por primera vez al área del Athletic en la jugada anterior al gol de Rubén García. Areso se lució por la banda derecha, pero el centro fue de Moncayola para que lo rematara el valenciano. Rubén García fue de lo mejor de Osasuna en la primera mitad, primero por la izquierda, luego cambiando de posición con Rubén Peña por la banda derecha y, en lo que quedó, jugando con una libertad de movimientos rica de propuestas para sus compañeros. La primera mitad continuó regida por la ley de acción-reacción y el Athletic se sacudió el gol en contra con unos buenos minutos en los que rozó el gol en varias oportunidades. El empate no podía gustar a todos por igual.

La segunda mitad fue mucho más problemática para los rojillos. El retorno al encuentro fue deslabazado, con demasiadas idas y venidas. Hubo una galopada de Rubén Peña por la derecha, una intentona fallida de Sancet y, finalmente, a los veinte minutos, el desenlace del partido que surgió de las botas de Iñaki Williams. El Athletic supo sacar partido de ese juego rapidísimo en los últimos metros y, más que demérito de los zagueros, habrá que apuntarle su mérito también a las habilidades de los delanteros. El Athletic dominó el partido hasta el final. Budimir enseñó que sabe colocarse en su sitio en la única aproximación de los rojillos en la segunda mitad. Aitor Fernández salvó el segundo gol de la cuenta de Djaló. En defensa, hay que mejorar con el cerrojo.