Osasuna juega al calor del hogar (16.15 horas), el escenario donde viene sumando sus puntos en lo que se lleva de temporada, en donde tiene las cosas más claras, en donde se muestra ambicioso y decidido, con ideas y con un plan de acción más o menos palpable. Al equipo de Vicente Moreno no le ayudan los dos resultados que se ha traído de fuera, porque siete goles cosechados pesan en la mochila y no alimentan precisamente la confianza. La pura deducción tras el análisis de estos acontecimientos propone que si lejos de El Sadar las cosas no salen, en casa se debe responder y ello añade un punto de intranquilidad, no aún de necesidad, porque se está cociendo todavía la sexta jornada de Liga, pero sí de ineludible exigencia.
El Osasuna de Vicente Moreno ha mandado claros mensajes acerca de que va a ser siempre un equipo cauteloso y precavido, que no va a salir a pecho descubierto a ninguna parte ni en ninguna situación, pero que en El Sadar, aún con esa túnica puesta, sabe gestionar, llegar, operar en torno al rival mucho más que lo que ha hecho hasta ahora fuera de casa. Por eso, el planteamiento ante Las Palmas no cambia y, en principio, tampoco deberían variar las maneras del equipo que probablemente querrá ser protagonista y mandar. Y si tiene premio, el gol, guardarlo sin rubor.
Habrá que ver hasta dónde afecta en la alineación la búsqueda del equilibrio y la corrección de errores después del partido en Vallecas (3-1). También si el próximo compromiso liguero, el martes en Valencia, incide en la toma de decisiones sobre algunos jugadores. Budimir está recuperado y, en principio, es seguro su regreso al once tras haber estado en el banquillo frente al Rayo Vallecano después de estar una semana trabajando a menor ritmo. Alguna variante más tampoco es descartable, aunque el técnico se encuentra aquí con la coyuntura de la confusión que ofrece este Osasuna de las dos caras y del comportamiento distinto de los mismos jugadores según pisen tierra conocida o no.
El entrenador rojillo ha convocado a todos los jugadores disponibles salvo a Kike Barja, que acaba de recibir el alta médica y debe aguardar algunas semanas más hasta lograr más ritmo y confianza. Iker Muñoz tiene que esperar aún más tiempo.
La Unión Deportiva Las Palmas no ha ganado esta temporada y, si suma el pasado curso en esta cuenta, no lo hace desde el mes de febrero, con lo que aumenta su estado de necesidad, o de molestia.
Luis Carrión, entrenador del equipo, solo tiene la baja del defensa Álex Suárez, lesionado en el tobillo izquierdo ante el Athletic, y para cubrir su ausencia tendrá que elegir entre jugar con dos centrales zurdos, McKenna y Mika Mármol, o dar entrada al tinerfeño Juanma Herzog por uno de los dos citados. Las Palmas tiene futbolistas interesantes del centro del campo hacia adelante, con el incombustible Sandro como una de sus referencias, el prometedor Moleiro como otro elemento para no perder de vista y la nota exótica en el ataque, el escocés McBurnie.
Los datos
Dos bajas. Kike Barja e Iker Muñoz son los dos jugadores que no han sido convocados por Vicente Moreno. El segundo por lesión y el primero porque acaba de recibir el alta médica tras una larga convalecencia.
Cuarto partido en casa. Osasuna juega por cuarta vez esta temporada en El Sadar. Ha ganado dos veces y empatado otra.
No han ganado. Las Palmas no ha ganado esta temporada. Ha sumado dos puntos con dos empates. Fuera ha perdido en Leganés (2-1) y Vitoria (2-0). Su mala racha viene de largo porque no ganan desde febrero.
Urko Berrade, en el palco. El ciclista pamplonés del Kern-Pharma Urko Berrade estará en el palco de El Sadar invitado por Osasuna. Berrade ganó una etapa en la reciente Vuelta.