Osasuna busca entrenador: el noveno de Sabalza y el cuarto de Braulio

Osasuna anda buscando entrenador para la próxima temporada y el que venga se convertirá en el noveno de Luis Sabalza como presidente, cargo que el abogado sangüesino ostenta de manera ininterrumpida desde diciembre de 2014, y el cuarto de Braulio Vázquez como director deportivo, función que desempeña desde que el club rojillo fichara al exfutbolista gallego en mayo de 2017.

A Sabalza y a Braulio les pilló a contrapié el anuncio del adiós de Vicente Moreno, que a tres partidos para la conclusión de la Liga reveló en rueda de prensa que no iba a seguir en el banquillo de Osasuna sin ni siquiera sentarse a hablar con representantes del club. El preparador valenciano firmó por una temporada y ahora parece que el principal candidato para ocupar su lugar es el italiano Alessio Lisci, un técnico de 39 años que tiene al Mirandés a las puertas de Primera.

En cualquier caso, en Osasuna quieren tomarse todo este asunto de la elección del nuevo entrenador con toda la calma y toda la cautela del mundo, porque se trata de un movimiento importante sobre el que, en teoría, vertebrar el proyecto rojillo.

En la primera etapa de Sabalza como presidente el banquillo del conjunto navarro se convirtió en un auténtico potro de tortura. Desde su aterrizaje en el sillón presidencial, con Osasuna en Segunda División e inmerso en una profunda crisis económica e institucional, Sabalza fue devorando técnicos. El polaco Jan Urban le duró 10 jornadas, las mismas que su sustituto, José Manuel Mateo, y la temporada la terminó y la salvó Enrique Martín Monreal con el agónico empate en Sabadell del que en breve se cumplen diez años.

Con el técnico de Campanas retornó Osasuna a Primera con un equipo plagado de canteranos, pero a Martín le echaron por teléfono al curso siguiente tras la jornada 11. El presidente tardó aún menos en destituir a su relevo, Joaquín Caparrós, al que acabó sustituyendo el director deportivo, un Petar Vasiljevic con el que se consumó el descenso.

A partir de ahí entra en escena Braulio Vázquez. Falló a la primera con Diego Martínez en Segunda (2017-18), acertó con la época dorada de Jagoba Arrasate (2018-2024) y tras la campaña de transición de Vicente Moreno (2024-25) busca ahora un nuevo inquilino para el banquillo de Osasuna. Lisci está en la pole.