Osasuna: un partido sin más historias
Los tres encuentros de fuera de casa se saldan con dos expulsiones, un penalti en contra, otro a favor y dos no señalizados, demasiadas cosas
Alessio Lisci estaba muy enfadado después del partido en Villarreal porque, además de la remontada a cinco minutos del final –el gol llegó de rebote–, se había colado en la historia del encuentro un derribo a Raúl Garcíaque en su opinión era un penalti claro. Fue una jugada en el minuto 80 en la que el delantero rojillo se escabulló en el área por el flanco izquierdo y el defensa, Rafa Marín, acabó mandando al atacante al suelo –Raúl tenía ganada la posición–. El árbitro, Díaz de Mera, parecía que mantenía una conversación con el VAR –ahí estaba Pulido al mando–, pero la cosa no pasó a mayores.
Lo que aumentaba el mal humor del entrenador de Osasuna es que aún está caliente en el recuerdo la anterior salida de la temporada, en el campo del Espanyol, donde a Víctor Muñoz también lo tumbaron –una patada por detrás– y ni persona ni máquina lo tuvieron en consideración. “Hoy han pitado uno a favor, pero tenían que haber sido dos. No creo que se haga para perjudicar a Osasuna o favorecer al Villarreal”, dijo Lisci tras la no intervención efectiva del VAR en la acción de Raúl García. “Confío en que la situación se gire y tengamos un poco más de suerte”, añadió. El enfado en Osasuna ya fue explicitado por el director deportivo, Braulio, cuando en su última comparecencia de prensa fue tajante en la jugada de Víctor en Barcelona. “El penalti a Víctor Muñoz fue clarísimo y no tuvo repercusión, parece que el VAR no está“.
Los partidos de Osasuna animan las tertulias de los programas de televisión, en todos le dan la razón con el visionado repetido de las imágenes, pero en los archivos de los resúmenes de la Liga termina la historia. Osasuna probablemente quiere un partido normal fuera de casa, sin cara oculta, en el que no se deba darle importancia a revisión alguna porque no haya dudoso que repasar.
El repaso de las tres visitas de la temporada presenta una actividad azarosa para los rojillos. En el primer partido, en el Bernabéu, hubo un penalti en contra y una expulsión que costó dos partidos de suspensión; en la segunda salida, al campo del Espanyol, hubo un penalti clamoroso no pitado a Victor; mientras que el sábado en Villarreal, además de la dos amarillas a Rosier –quizás el asunto menos discutible–, también el derribo de Raúl García entra en el debe de la revisión. Es decir, dos encuentros con diez jugadores al final y penas máximas en todos –cobrados o no– es el resumen del Osasuna visitante.
El balance puramente deportivo es que los rojillos han recogido solo derrotas en los tres encuentros y que el cómputo es de cuatro goles en contra por uno solo a favor.
Los datos
Dos expulsiones. Osasuna terminó con un jugador menos en el Bernabéu, por roja a Abel Bretones, y La Cerámica, por las dos amarillas de Rosier.
Los penaltis pitados. A los rojillos le pitaron uno en contra contra el Real Madrid –marcó Mbappé– y le favorecieron con otro ante el Villarreal –anotó Budimir–.
Los penaltis escamoteados. Osasuna se queja del derribo a Victor Muñoz frente al Espanyol y del de Raúl García con el Villarreal. El técnico considera que se trata de penaltis claros en los que no entró a considerar el VAR.
El balance. El equipo rojillo no ha sumado en los tres partidos de fuera de casa.