La máquina funciona igual que la de cualquier comercio de los países donde existe el SDDR. El consumidor deposita en una embocadura el envase de bebida vacío y la máquina le dispensa un ticket con un punto por cada envase entregado.
Cada 90 puntos se pueden canjear por una entrada en los mejores cines de Pamplona. El SDDR real no devuelve puntos, sino los céntimos del depósito que se pagó al comprar la bebida.Las autoridades que han decidido instalar la máquina pretenden estimular el reciclaje y “hacer pedagogía con los envases”. En Alemania, por ejemplo, se consigue reciclar con este sistema el 98,5% de los envases de bebidas -más de 14.000 millones al año-, que han desaparecido de la vía pública.
Aunque hay decenas de miles de máquinas similares en supermercados y grandes superficies de Europa, EEUU y Australia, se trata de la primera de ellas que se instala en nuestro país. Servirá como ejemplo y prototipo del sistema que promueve Retorna y un excelente banco de ensayo para conocer la aceptación ciudadana.
Por otra parte, como ya hizo el Ayuntamiento de Barcelona, en los últimos días han sido el Cabildo de Tenerife y varios Ayuntamientos de Mallorca quienes han mostrado un apoyo decidido a los Sistemas de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR).
El presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, mantuvo un encuentro con representantes de Retorna para evaluar la opción de establecer en Tenerife este sistema. En Mallorca, los municipios de Calvià e Inca han aprobado mociones para implantar el SDDR. Manacor, la segunda ciudad de las islas Baleares, estudia la propuesta.
En el terreno internacional, la pequeña isla de Guam, en el Pacífico, ha aprobado el SDDR con el objetivo de “limpiar las calles, playas y junglas de residuos de envases, crear puestos de trabajo verdes, responsabilizar y hacer participar a la población”, según las autoridades locales.