Pamplona. Las fiestas de San Lorenzo comenzaron con el lanzamiento del chupinazo, a las afueras de la iglesia homónima, ayer hacia las 12.55 horas.
Como todos los años, se realizó una parodia del Ayuntamiento. El alcalde y alcaldesa de la calle, de este año, Oier Zúñiga y Ainhoa Unzué, de 24 y 18 años respectivamente, fueron los protagonistas y tiraron el cohete con otros vecinos. Les acompañaba, disfrazado de aguacil, Jesús Armañanzas Resano y la exedil Ana Urtasun, que cedió ayer la vara de mando a la nueva regidora. "Llevo unos 29 ó 30 años ejerciendo como alcaldesa de esta calle, por eso ya era hora de renovar", afirmó Urtasun. Además, también aseguró que "tiene que entrar gente joven, si no se puede llegar a pensar que somos como los políticos". No acudió la mujer que siempre se disfrazaba de concejala, porque estaba enferma.
Por otro lado, el presupuesto de fiestas se ha rebajado unos 700 euros. "Con el relleno que repartimos para merendar y con lo que pagamos al Ayuntamiento ya son unos 400", dijo la exalcaldesa. Sin embargo, por la ayuda que ofrecieron comerciantes, que tienen ingresos extras, vecinos y la iglesia, se pudieron llevar a cabo diferentes actos.
Hacia la 13.10 horas, comenzó el recorrido a la plaza de Recoletas y de ahí a la calle San Lorenzo, donde la gente disfrutó de los pinchos y bebidas que ofrecían los diferentes bares.
Durante el trayecto con los dos alcaldes a la cabeza iban otros vecinos de la calle, dantzaris de Ortzadar, kilikis, así como numerosas personas. Pero, según Urtasun,"hay menos gente que otros años. Se nota que es miércoles". Sin embargo el tiempo acompañó, y como expresó Ana, "Lorenzo tiene que sacar sus luces a relucir".
Por otra parte, los nuevos ediles irradiaban felicidad y eso se notaba en el ambiente. "Me hizo mucha ilusión cuando me lo dijeron. Estoy muy emocionada", respondió Ainhoa Unzué, la nueva alcaldesa. Algo que compartía también el nuevo edil de fiestas, Oier Zúñiga. "Impresiona, al principio, porque te ves ante mucha gente, pero tengo muchas ganas de pasármelo bien", afirmó.
Esta tradición se lleva haciendo desde hace unos 30 años, pero ahora era el momento de dar un toque joven a la nueva corporación. " Que se note que no somos un ayuntamiento como tal", aseguró Ana Urtasun.
Después, dos dantzaris de Ortzadar bailaron un Aurresku para los dos alcaldes. Luego, por la tarde, hubo juegos, chocolatada, dantzas con Iruña taldea, misa, reparto de relleno y bailes con el grupo Jarauta 69.