PAMPLONA. Hace 40 años, una cuadrilla de amigos formaron un grupo de dantzas con la idea de difundir la cultura vasca en el folklore. Se llamó Iruña Taldea. El esfuerzo y la ilusión con la que comenzaron los fundadores del grupo culminó ayer con la Kabalkada de Bajanavarra de todas las generaciones que, desde enero de 1972, han formado parte del colectivo. Un espectáculo que llenó de música y color las calles del Casco Viejo.
A las 10.30 horas, la comitiva partió de la calle de San Lorenzo. Fieles a los personajes de la kabalkada, Ekiñe Ayestarán y Dani Saralegui se abrían paso montados en dos caballos blancos representando a los zaldiak. Tras ellos, el makilari Íñigo González. Le seguían, unos metros detrás, los bandelariak: Mila Martínez, que portaba la ikurriña, y Daniel Pérez y Javier Ágreda, que llevaban el arrano beltza y el escudo de Valcarlos. Mikel Díaz y Julen Lezaín fueron los gorriak. Y, al son de la música, los bolantiak que interpretaron diversas dantzas durante el camino. Cerraban la comitiva Patxi González, makilari, los zapurrak Jon Mendinueta y Asier Gutiérrez, los zigantiak, las dantzaris y la fanfarre. Durante el recorrido, se realizaron varias paradas y se interpretaron algunas dantzas. Así, en la plaza de San Francisco se bailó Hegi y Ostalerrak; en la plaza del Castillo, Polka Pit, en Navarrería, Musikoak y a la altura del bar Iruñazarra, Jautsi.
labor de investigación El encuentro reunió a más de 100 personas, con edades comprendidas entre los 20 y los 59 años. Aunque para todos fue especial, para los fundadores significó la respuesta a un comienzo que calificaron como "muy duro". Javier Ágreda, de 71 años, bailó durante 25 años en el grupo y fue uno de los fundadores. Recuerda que la primera actuación del grupo tuvo lugar en San Jorge y que "al principio ensayábamos en el patio de los Jesuitas, en el frontón, que no tenía techo. En invierno íbamos con botas de monte a los ensayos". También subraya que "todos poníamos una cuota mensual para comprar el vestuario". En este sentido, "Iruña Taldea, en cada festival celebrado el 3 de diciembre en Labrit, interpretaba una dantza y un vestuario nuevo".
Otra dantzari veterana es Mila Martínez, quien entró al grupo tres años después de su fundación. "Hoy es un día de muchísima emoción. En este grupo aprendí, me divertí y guardo grandes amigos", señala. Mila recuerda cómo fue la labor de investigación con el fin de conocer los bailes. "Fuimos a los pueblos para aprender las dantzas, al origen", indica. Fruto de ese trabajo, hoy el grupo sabe la Ezpatadantza de Bertiz, el Imburutxo de Leitza o las dantzas de Zuberoa. También quisieron recuperar dantzas desaparecidas. Mila, orgullosa, enumera tres que, gracias a la iniciativa de Iruña Taldea, no quedaron en el olvido. "La Era de Arruazu, el zortziko de Ziordi y Trapatrán de Santesteban". "En el caso de Ziordi, nos ayudó un lugareño que se acordaba de los pasos y mientras cantaba, con la ayuda del txistu, sacamos la música", explica Mila.
Ya en la plaza de los Burgos, numerosas personas les esperaban sentados en las gradas. A su llegada, les recibieron con un aplauso. Mila Martínez y Jon Mendinueta, en castellano y en euskera, recordaron el objetivo del grupo: "Investigar, aprender, mostrar e impulsar las danzas y músicas de Euskal Herria", a la vez que incidieron en que "siempre hemos superado las dificultades y guardamos el gran regalo de las actividades, viajes, convivencias y gentes fantásticas". El acto finalizó cuando todos los dantzaris de Iruña Taldea interpretaron el ciclo de danzas de Bajanavarra.