mendillorri - Ayer, por primera vez en varios siglos, los muros del Palacio de Mendillorri volvieron a llenarse de bullicio, risas, conversaciones y vida. Cerca de un centenar de personas, de diferentes colectivos y grupos de vecinos y vecinas del barrio entraron ayer en la fortificación con el objetivo de hacer un autzolan.

“Ha sido muy participativo. En torno a 100 personas, de diferentes edades, han entrado dentro del Palacio sobre las 10.00 horas y han realizado labores de limpieza en el primer piso, que consta de un patio exterior y varias salas”, explicó ayer Xabier Senosiáin, portavoz de la asociación Bideberri.

Las labores de limpieza del castillo son una “acción reivindicativa, para poner de manifiesto las ganas del barrio de crear un espacio autogestionado”. Además, también se llevaron a cabo otras actividades como juegos para los más txikis, conciertos, música de charanga, charlas sobre el palacio e incluso, para los más aventureros y entusiastas, una acampada en los jardines que rodean la fortificación.

El objetivo de estas acciones es el de visibilizar y reclamar soluciones para las necesidades del barrio. “Mendillorri es un barrio que cuenta con un alto porcentaje de población joven, un 36% de los vecinos son menores de 19 años, pero no hay espacio para ellos. No cuentan con un espacio adecuado para hacer charlas, reunirse o hacer actividades”, comentó el portavoz de Bideberri. Teniendo en cuenta las características del castillo, que cuenta con más de 900 metros cuadrados, varias asociaciones y muchos vecinos y vecinas del barrio pensaron que podría ser un buen lugar para satisfacer las necesidades de los jóvenes.

permisos Según explica Senosiain, el Ayuntamiento de Mendillorri colaboró con las asociaciones en la medida de lo posible. No obstante, mientras que los organizadores contaban con todos los permisos necesarios para llevar a cabo los juegos e incluso la acampada, no se puede decir lo mismo del permiso para entrar en el interior del castillo. En este caso, esa concesión no depende del consistorio mendillotarra, sino que es potestad de la empresa pública Nasuvinsa.

“Tenemos todos los permisos necesarios para las actividades, ya que el Ayuntamiento está muy involucrado, pero no contábamos con permiso para entrar en el castillo. Nasuvinsa se limitó a decir que no nos iba a denunciar, pero que tampoco nos concedía el permiso”, apuntó Xabier Senosiáin.