pamplona - “Original, wonderfully made with a lot of feeling, imaginative, gentle, tasteful”. Así describió el jurado del DollArt de Praga a Amadea, la lady que la pamplonesa Berta Osés inventó para este certamen internacional con temática de Mozart. Era su primera aproximación a una feria de muñecas artísticas. Y quedó 3ª.
A Berta -Beruta cuando está enredando con aguja, hilo y tela-, este material “me evoca muchas cosas desde pequeña, pero al principio no eres consciente”, explica. Para demostrarlo, confiesa con cierta vergüenza que “mi madre dice que lloraba cuando manchaba el babero”. Ya sin babero estudió Imagen, Sonido y Cine. Después, dando tumbos por diferentes trabajos “de una manera bastante accidental repetí varios puestos en los que hacía diseño de vestuario. Ahí empecé a salsear”, recuerda.
El punto de inflexión llegó hace ahora 10 años en un concurso de peluches con la premisa Let it snow. “Empecé a pensar qué podía hacer para presentarme. ‘Igual puedo hacer una muñeca de nieve’, me dije. La hice y cuando la vi me pareció que podía ser divertido y darme juego para hacer más cosas con esa misma estructura y forma”. Berta vio la luz y se lanzó. “Dejo mi trabajo y empiezo con la tela. Sabía que tenía que hacer algo creativo, pero no sabía muy bien qué forma iba a adoptar. Y como no sabía coser, mientras aprendía investigué”.
Fruto de esa investigación han surgido en estos años más de 100 ladies. Todas diferentes. Todas con personalidad propia. A algunas les nace una cola de sirena, otras aparecen cubiertas de espuma dentro de una bañera, algunas están sentadas, unas tienen culos y piernas... las hay blancas, de lunares, magas o esquimales, de lino morado o con vestido y piel del mismo tejido. “Unas son más realistas y otras más fantasiosas”, describe Berta. El único elemento común es que todas son ladies. En femenino porque “busco en mis emociones, en mis mundos y en mis criterios estéticos. Las muñecas entran a saco desde el principio, conecto bien con ellas y me permiten un montón de cosas. Y siempre son piezas únicas. Me gusta el concepto de una pieza para una única persona. El tú a tú”.
Para dar con la lady precisa en cada momento, “no hago diseños previos ni bocetos. Cojo los materiales, me pongo a trabajar y en el proceso de elaboración voy definiendo el diseño. Y cada proceso y cada pieza es distinto”.
de la tela a la fotografía Motivada por la necesidad de documentar y mostrar su trabajo puertas afuera del taller, Berta se lanzó a fotografiar sus muñecas. “Enseguida descubrí todo su potencial. El lenguaje tiene elementos comunes con el cine que conectaban con mi primer interés creativo. Con la fotografía pones a las muñecas en un contexto muy concreto, las congelas un segundo de su vida y te invitan a fantasear con qué están haciendo, dónde están, qué sienten, qué piensan...”, describe.
Ahora las ladies también se expresan con palabras en el boletín de noticias de Beruta, un paso más para investigar en la personalidad de cada muñeca. “Antes no jugaba con los textos. Unas de las cosas que sentí con las muñecas es que me daban libertad, me permitían dejarme ser y dejarme hacer sin entrar a juzgarme demasiado. Los textos todavía me dan un poco de vergüenza, pero si no haces no aprendes. Y últimamente también estoy jugando con el vídeo, las ladies empiezan a tener movimiento. Estoy recuperando esos orígenes y explorando ese medio para ver qué posibilidades me ofrece”.
A Berta el tercer premio en Praga le ha supuesto un espaldarazo a su apuesta. “Ayuda porque muchas veces tienes la sensación de estar en una cabezonería tuya para sacar el proyecto adelante, casi siempre sin respuesta. En cualquier ámbito el mundo laboral es una guerra muy dura. Pero si encima haces algo que no existe... No sabes muy bien dónde está tu hueco. Yo ya sabía que las muñecas que se presentan a estos sitios son grandes, con muchísimo detalle, de porcelanas... a nivel técnico son una pasada, y a nivel visual son más resultonas que las mías. ¡Para empezar tienen cara! Y fue un subidón que me valoraran. Es un código distinto al que usan ellas. No es escultura convencional, tampoco una muñeca... depende del criterio, la sensibilidad y la apertura mental del que mire”.
“He visto que puede haber ese sitio, un indicio claro y un mercado potencial a explorar”, reconoce ahora Berta. Su próximo destino será “la feria profesional más gorda es en Moscú en octubre”. Para saber más, basta con conectarse a internet y teclear www.beruta.net.