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El Gaztetxe niega los desperfectos en Rozalejo

Los okupas acusan al Gobierno de “cinismo y desprecio” durante el proceso Los operarios finalizaron ayer el sellado del acceso con presencia policial

El Gaztetxe niega los desperfectos en RozalejoUNAI BEROIZ/ EDUARDO SANZ

pamplona - La Asamblea del Gaztetxe convocó ayer a las 20.30 horas una nueva concentración para denunciar el desalojo de Rozalejo “y decir alto y claro que aquí el único que ha destruido y cerrado el edificio ha sido el Gobierno de Navarra”. Pintaron en el suelo de Navarrería un enorme círculo azul con una flecha rota en su interior, símbolo del movimiento okupa. Desplegaron una pancarta con el lema Maravillas Herriarentzat y leyeron un comunicado. También se encaramaron al tejado, intentaron desplegar otra pancarta que se fue al suelo y desde allí arriba asomó el humo rojo de varias bengalas. Horas antes, a mediodía, los técnicos terminaron de sellar la puerta principal de acceso al edificio y con esta intervención el dispositivo policial se desactivó.

La Asamblea del Gaztetxe recordó ayer que “el 8 de enero el Casco Viejo amanecía repleto de policías armados con el propósito de desalojar el gaztetxe. Esta actuación se llevó a cabo con la excusa de realizar una inspección técnica que revelase el estado del edificio, hecho que ha mantenido militarizado el barrio durante 3 días. El resultado concluyó que se habían realizado obras de carácter estructural que afectaban gravemente a la seguridad del edificio, por lo que el Gobierno de Navarra ordenó la clausura del espacio”.

La Asamblea insistió en que “desde el primer día que entramos al espacio no se han realizado más que trabajos de limpieza y readecuación de varias zonas, reformando varias de ellas para desarrollar distintos proyectos y cerrando todas aquellas partes que pudieran suponer un mínimo riesgo para las personas, ya que las primeras interesadas en velar por la seguridad de las usuarias, somos nosotras mismas”, explicaron.

“mucha cara dura” Los okupas negaron ser los causantes del mal estado del edificio, “cuando dicha responsabilidad recae totalmente sobre aquellos que lo mantuvieron abandonado durante más de 20 años y sobre aquellos que cerraron todas las puertas al diálogo para resolver este asunto, que incluía la mejora técnica del edificio. Hay que tener mucha cara dura para, una vez nos han echado a hostia limpia y destruido todo aquello que con tanto esfuerzo y sudor habíamos construido, tacharnos a nosotras de ser las responsables del estado del Palacio”, criticaron.

“Esta maniobra de realizar una inspección técnica ha sido una burda excusa para destruir Maravillas. ¿Por qué deberíamos creernos las versiones de aquellos que han mentido durante todo el proceso de desalojo? Con cinismo y desprecio nos han acusado de privatizar un espacio publico y de destrozarlo, cuando las imágenes de estos días nos demuestran todo lo contrario”, argumentaron.