Pamplona sigue trabajando para ayudar a las 313 personas de nacionalidad ucraniana que han llegado a la ciudad desde la invasión rusa, en febrero de este año. El alcalde, Enrique Maya, acompañado por el coordinador autonómico en Cruz Roja Navarra, Juanjo San Martín Baquedano y Merche Ruiz de Galarreta, presidenta local Pamplona, les ha querido dar la bienvenida a un nuevo recurso puesto a su disposición y al que en este momento han recurrido 11 familias, compuestas por 33 personas adultas y 10 menores. Y es que Pamplona ha cedido a Cruz Roja Navarra durante un año la gestión de los 11 apartamentos disponibles en el edificio de Mayor, 59, un inmueble rehabilitado en 2021 por Pamplona Centro Histórico. En el acto de bienvenida han participado también. Esta organización es la única oficialmente acreditada para el manejo de la primera acogida de personas solicitantes de protección internacional, sin distinguir por procedencias.

Este nuevo recurso no está disponible con carácter general, sino que, por su ubicación próxima al Hospital (Universitario de Navarra (HUN), está prioritariamente destinado a personas refugiadas que presentan problemas de salud. Esta acción se quiere centran en las personas y en sus necesidades, por lo que trata de hacer más cómoda la acogida a quienes, por su enfermedad, se encuentran en una situación especialmente vulnerable. Así, destinar el edificio a personas/familias con problemas sanitarios permite también que los cuidados extrahospitalarios sean más fáciles para los profesionales de la red pública.

El Consistorio está trabajando, además, en otras dos decenas de pisos en la ciudad de los que es titular la entidad local, para destinarlos a albergar personas refugiadas de Ucrania. En estos momentos de 25 a 27 plazas del Albergue municipal Jesús y María están dedicadas a funcionar como alojamiento de primera acogida (de 24 a 48 horas), desde el que luego se gestionan otras soluciones de estancia más larga. El Ayuntamiento, desde que se inició la contienda, está en contacto con las asociaciones que trabajan con la población ucraniana para poder detectar y dimensionar las necesidades de las personas refugiadas. Como ejemplo de trabajo, se está diseñando un campamento de verano que se desarrollaría en un Centro Comunitario de Iniciativa Social (CCIS) de la ciudad para paliar los cambios de horario en edificios públicos y que podría servir, no solo de espacio de ocio, sino también de refuerzo educativo y capacitación lingüística.

Miniapartamentos residenciales con dependencias comunes

El edificio en su conjunto cuenta con 645,38 m2 útiles (891 m2 construidos) repartidos en seis alturas. La planta baja, distribuida en despachos con un aseo y un pequeño almacén se va ceder para su uso a la Asociación navarra de Jóvenes Empresarios (AJE), cuyos miembros compartirán espacio con las personas refugiadas. En la planta primera, con espacios multiusos, se centrará el trabajo administrativo de Cruz Roja. La zona residencial ocupa el resto de las plantas y comenzó a habitarse ayer tarde. Está compuesta por habitaciones con vocación de miniapartamentos, amuebladas, con climatización y baño individual.

Como apoyo, en la quinta planta están una serie de dependencias de uso común como apoyo residencial: una cocina con salón-comedor de 47 m2 y una sala de lectura y estudio. La cocina y la lavandería, así como los espacios de esparcimiento y los medios audiovisuales son espacios compartidos por todas las personas usuarias.

Personas refugiadas de Ucrania en Pamplona

Desde que comenzara el conflicto en Ucrania que ha provocado un éxodo de grandes dimensiones dentro de Europa, según el Padrón municipal y a fecha de 31 de mayo, a Pamplona han llegado 313 personas huyendo de la guerra. 181 de ellas tienen más de 19 años, pero hay un buen número de menores: 43 personas están en la etapa de la adolescencia (de 13 a 18 años) y 98 son niños y niñas; de ellas, 33 son menores de 5 años y el resto tienen entre 6 y 12 años. En poco más de 3 meses la población ucraniana de la ciudad se ha multiplicado por cuatro; antes del 24 de febrero las personas censadas en la ciudad de esa nacionalidad eran 118.