Desde el 28 de febrero Bakaiku no tiene tienda, un vacío que pronto cubrirá Bakaikuarrok, una cooperativa popular constituida para ofrecer este servicio en un local que adquirió el Ayuntamiento. Ya se han apuntado 130 personas. Y es que este proyecto se ha cogido con ilusión en esta localidad de 330 habitantes.

Todo comenzó hacia octubre, cuando se supo que Kontxi Etxeberria cerraba su tienda por jubilación. Conscientes de la importancia de este servicio, el Ayuntamiento de Bakaiku comenzó a estudiar alternativas. “Una tienda da vida a un pueblo. Da autonomía, fomenta las relaciones y genera puestos de trabajo”, apunta Saioa Zelaia, miembro del grupo motor de esta iniciativa junto a otras cinco personas. Así, acudieron a Sakana Garapen Agentzia para conocer qué posibilidades había a la hora de poner en marcha una tienda. 

“Eran dos opciones principales: adjudicar la gestión a un tercero o crear una cooperativa”, recuerda Lander Urritza, otro de los impulsores. Con toda la información, el pasado septiembre se realizó una asamblea en la que participaron una veintena de personas. Por unanimidad se decidió que fuera la segunda fórmula. “Una cooperativa crea arraigo, es más resiliente y va más allá de un negocio. Los beneficios, además del propio servicio, revertirán en el pueblo”, apunta Nerea Viana, otra de las personas que está en el grupo motor. 

A la hora de dar forma al negocio y su forma jurídica han contado con el asesoramiento de Talaios, una cooperativa dedicada a impulsar la economía social transformadora, así como de ANEL, la asociación de empresas de economía social de Navarra. Se trata de una sociedad cooperativa integral de consumidores, de usuarios y de servicios, que cuenta con socios de trabajo y es de iniciativa social y sin ánimo de lucro. 

“Es la fórmula que permite mayor flexibilidad e implicaciones de agentes y personas. Asimismo, da opciones de impulsar el desarrollo económico y social de Bakaiku desde una perspectiva comunitaria y de participación vecinal”, explican. 

La apertura de la tienda se está haciendo esperar. “Queríamos inaugurarla en fiestas pero la época del año que nos ha tocado ha provocado la dilatación de los plazos para los permisos de apertura. Estamos trabajando para abrirla con la mayor brevedad posible”, destacan. Y es que tras semanas de trabajo intenso para informarse y realizar trámites y más trámites, otra manera de realizar auzolan, el local está montado, a falta de llenar de productos las estanterías. Asimismo, el escultor José Ramón Anda se ha sumado diseñando el logotipo.

Saioa Zelaia, Nerea Viana y Lander Urritza, en la tienda. Nerea Mazkiaran

 

En este camino les ha acompañado el Ayuntamiento de Bakaiku, que compró el local y también se ha encargado de habilitarlo como tienda. La inversión ha sido de en torno a 145.000 euros, con una subvención de 50.000 euros del Programa de Desarrollo Rural, cofinanciado por fondos europeos y del Gobierno de Navarra.

CAMPAÑA DE SOCIOS

“Abrir una tienda de este tipo requiere una gran inversión económica. Sin la participación y complicidad vecinal proyectos como el nuestro son inviables”, observan. Así, pusieron en marcha una campaña de captación de socios con una aportación inicial de 60 euros, la cantidad mínima establecida por la legislación de cooperativas de Navarra, para obtener fondos. Será la única cuota. Además, se devolverá si se da de baja en la cooperativa. El objetivo era un centenar, una cifra que se superó en la primera semana. 

“Estamos muy contentas. Hay muchas ganas en el pueblo. Hemos demostrado que somos capaces de dar pasos”, cuentan. Hay cuatro clases de socios: consumidor, de servicios y colaborador, entre los que está el Ayuntamiento de Bakaiku, y trabajador.

Además, tal y como destacan, Bakaikuarrok puede ser una herramienta para poner en marcha otros proyectos como comunidades energéticas, cuidados o telecomunicaciones entre otros. “El objetivo es impulsar el desarrollo de Bakaiku y encarar nuestro futuro lo mejor posible. Empezamos por la tienda”, cuentan.

Para realizar compras no será necesario ser socio. “Todas las personas serán bienvenidas. Cuantos más seamos, mejor”, observan. En relación al género, explican que será variado, con artículos básicos del día a día y con el foco puesto en el producto local. “Habrá toda clase de productos para no tener que salir, incluso carne y pescado. Queremos dar un servicio integral a todas las personas de Bakaiku”, destacan. 

 El horario será parecido al de la tienda de Kontxi, de lunes a viernes mañana y tarde y los sábados por la mañana. “Se ha optado por un modelo que facilita la puesta en marcha del proyecto. Con el tiempo se pretende ir adecuándose a las necesidades del pueblo y crear un modelo propio, aumentando el número de producto local. La apuesta por ofrecer productos sanos, sostenibles y justos es también clara. Una de las patas del proyecto será la búsqueda de alianzas con personas productoras de cercanía y contar así con productos de temporada, frescos, de calidad, sanos y responsables, tanto con las personas productoras como con el medio ambiente”, explican. 

“Estrechar la relación entre personas consumidoras y agricultoras ayuda a fortalecer el sector agrícola y ganadero y, a cambio, obtenemos alimentos de primera calidad a precios estables y convenientes para todas, somos más resilientes y hacemos pueblo”, inciden.