Reconoce que no está resultando fácil para él. Aunque ya son muchos años atendiendo a la clientela del II Ensanche de Pamplona detrás del mostrador de su librería y que ya tiene ganas de disfrutar de su más que merecida jubilación, las emociones que está viviendo estos últimos días no se lo ponen nada fácil.

A Juan Goñi Larrea, que lleva 35 años al frente de la Librería Horizontes, en la calle Paulino Caballero, los sentimientos se le agolpan entre sus recuerdos conforme se acerca el momento de echar el cierre definitivo al negocio y decir adiós a tanta gente que le saludaba cada mañana o cada tarde, a los que pasaban por ahí para comprar o simplemente para charlar un rato con él, siempre dispuesto a una buena conversación.

Desde que tomó la decisión, ha intentado por todos los medios que alguna persona se encargara de mantener el local abierto, pero no ha sido posible.

Según asegura, ninguna de las propuestas que ha recibido en estos últimos meses garantizaban la continuidad de la Librería Horizontes ni había nadie interesado de verdad en mantener una actividad que ha dado un servicio de papelería cercano y eficiente a varias generaciones de vecinos del II Ensanche.

Como recordaba este jueves con evidente nostalgia, “los niños de antes, que venían con sus padres a comprar el material escolar, ahora se han convertido en padres y han seguido viniendo aquí a comprar lo mismo. Son muchos años en esta calle y he visto crecer a este vecindario”.

“Ha sido una librería de barrio, pero situada en el centro de la ciudad”

Desde que anunció el cierre por jubilación, muchas personas se han acercado a la librería para despedirse o agradecerle todo este tiempo pasado juntos. “Ha sido una librería de barrio, pero situada en el centro de la ciudad”.

En el local se mantienen las estanterías repletas de material, con todo lo indispensable para el comienzo del curso escolar y con descuentos interesantes hasta agotar las existencias disponibles. Al ritmo de ventas que lleva, calcula que será pronto y que en unos pocos días cerrará para siempre.

Juan Goñi, tras el mostrado con el material que tiene en liquidación. Iñaki Porto

Juan Goñi ha estado vinculado a las librerías desde que dejó de estudiar. A los 14 años comenzó a trabajar en una de las pocas que había en Pamplona, Sánchez Escudero, donde estuvo 20 años, hasta que se trasladó al local que ha tenido durante más de tres décadas.

Empezó vendiendo libros de texto, cuentos infantiles, novelas y artículos de papelería aprovechando la cercanía a colegios Santo Ángel, Jesuitas, Carmelitas o el instituto Plaza de la Cruz.

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Obligado por las circunstancias y las nuevas tecnologías, hace 8 años tuvo que reorientar el negocio: dejó de vender libros de texto, mantuvo el material de papelería y se adentró en el mundo de la música, con artículos de regalo, con baterías, guitarras y relojes de algunos grupos de renombre como AC/DC, Guns N’Roses, Queen o Beatles.

La elección no fue casual, ya que Juan Goñi es un rockero y menciona con orgullo que él tuvo su propia banda de rock and roll, como la canción de Loquillo. Horizontes cierra, pero su huella permanece, igual que la música y el rock and roll.