El Ayuntamiento de Pamplona, a través de Policía Municipal, ha ordenado la paralización de los trabajos de tala de 174 árboles en el entorno del campus de la Universidad de Navarra y de la orilla del río Sadar. La orden, avalada por un informe de la dirección del área de Conservación Urbana y Sanidad y aprobada por la Junta de Gobierno, se justifica por la ausencia de los permisos municipales necesarios para realizar estos trabajos. Por su parte, el área de Urbanismo ya ha abierto un expediente informativo para aclarar las circunstancias de esta actuación, revisar la necesidad de llevar a cabo los apeos y delimitar las responsabilidades que pudieran darse por el derribo, ya consumado, de cerca de un centenar de ejemplares.

Según se refleja en el citado informe del área de Conservación Urbana y Sanidad, el Ayuntamiento tuvo conocimiento del inicio de estos trabajos el pasado viernes. Contrastada esa información, se abrieron las diligencias internas para constatar que los trabajos, solicitados en primera instancia por la Universidad de Navarra con fecha de octubre de 2022, contaban con los permisos necesarios. Esa consulta, que ha implicado tanto al área de Conservación Urbana como al área de Urbanismo, reveló que el expediente no está completo, que los permisos necesarios no habían sido tramitados y que, por tanto, la tala no estaba autorizada.

En concreto, con fecha 30 de junio de este mismo año, desde el Área de Urbanismo se había pedido un segundo requerimiento a la solicitud de licencia interpuesta por la Universidad de Navarra para que ésta justificara debidamente, con información técnica y gráfica, el plan de apeos. Ese plan es el que está sujeto a licencia de obras y, por tanto, a la obtención de los permisos pertinentes. Ni la justificación requerida ni la habilitación necesaria constan en el expediente, con lo que los trabajos emprendidos no tenían el aval municipal.

Advertencia sobre la posible reversión de los trabajos

Confirmadas estas lagunas en el expediente, personal del Servicio de Jardines se desplazó al área afectada por la tala para comprobar el estado de los ejemplares apeados. En esa inspección se ha certificado que cerca de un centenar de ejemplares ya han sido derribados, que los trabajos comenzaron a principios de mes y que algunos de los árboles talados no presentaban “podredumbres significativas” y que muchos “no tenían diana relevante”, circunstancias, ambas, que habrían desaconsejado su apeo.

Ante estos hechos, la Junta de Gobierno Local ha aprobado una resolución a través de la cual se ordena la inmediata paralización de las obras y la retirada de los elementos, materiales o maquinaria preparados para ser utilizados, en el plazo de los dos días. Asimismo, se requiere a la Universidad de Navarra para que, en el plazo de un mes, presente la documentación requerida para justificar los apeos. Igualmente, se le advierte de que si no se cumplen estas exigencias o la legalización se denegase, “este Ayuntamiento puede ordenar la reposición de la realidad física alterada, restaurando el orden urbanístico infringido, e intimar a la persona obligada, mediante la imposición de sucesivas multas coercitivas hasta lograr la ejecución de las medidas de restablecimiento”.

La Universidad de Navarra cuenta ahora con 15 días para presentar las alegaciones que considere oportunas, aunque la resolución aprobada por la Junta de Gobierno Local estipula que “se mantendrá la paralización de las obras mientras no sea otorgada la licencia de obras”.

Se pospone el cierre al tráfico rodado de la carretera que atraviesa el campus

Por otra parte, el Ayuntamiento de Pamplona ha decidido también retrasar el cierre al tráfico rodado de la calle Universidad previsto, inicialmente, para mañana. La razón de este cierre es la necesidad de cumplimentar evaluaciones técnicas complementarias por parte de diferentes servicios de las áreas de Conservación, Urbanismo y Seguridad Ciudadana.

El cierre de esta carretera, en el tramo comprendido entre las rotondas con la calle Esquíroz y la prolongación de Fuente del Hierro, se justifica, en parte, por el incremento de los accidentes registrados en la zona, aunque los técnicos han recomendado que, antes de llevarse a cabo, sea informado también desde el punto de vista de planificación.

La previsión, ahora pospuesta, es que la carretera se cierre únicamente al tráfico rodado y que se haga con elementos tipo new jersey y la correspondiente señalización. En principio está previsto que solo puedan circular por ella y en determinadas direcciones vehículos expresamente autorizados, como los de emergencias y servicios. La carretera, de propiedad municipal, pasaría a ser Zona de Acceso Controlado (ZAC) y los accesos se vigilarían a través de cámaras de seguridad recientemente instaladas por el Ayuntamiento de Pamplona.