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Califica el auto de "insostenible, infundado e incomprensible"

justifica sus decisiones porque "España es el único país que no investiga sus crímenes de guerra"

pamplona. En el recurso contra la resolución en la que Varela rechazó archivar la causa abierta a raíz de las querellas de la ultraderecha (Manos Limpias, Libertad e Identidad y Falange), se dice que el auto "resulta insostenible en su valoración de los hechos, infundado en la aplicación del Derecho material y sinceramente incomprensible en la aplicación del Derecho procesal".

Para la defensa de Garzón, el instructor se limita en su auto a hacer calificativos "peyorativos", sin ofrecer valoraciones jurídicas ni hechos que demuestren el delito de prevaricación del que le acusa. "El auto se ocupa en descalificar todo el actuar del magistrado, con el que parece claro que no está de acuerdo. Pero no basta estar en desacuerdo para acusar a un magistrado de prevaricador", indica Martínez-Fesneda. A su juicio, el magistrado del Supremo ofrece una visión "tan sesgada" de la instrucción "que sólo cabe explicarse desde una idea preconcebida" que le impide analizar los hechos con objetividad. El letrado destaca también los "sistemáticos" olvidos de Varela, que no menciona en su resolución la querella de Falange, omite las denuncias sobre la sustracción de menores en la Guerra Civil y no alude a la pretensión de las Asociaciones de Memoria Histórica de personarse en la causa, que fue rechazada. "El silencio del auto sólo lo podemos entender como un desprecio hacia el resultado de cualquier diligencia que no vaya en la dirección de confirmar" a Varela.

Además, el escrito recuerda por qué Garzón asumió la competencia cuando recibió una denuncia e insiste así en que "se limitó a interpretar las leyes internas de conformidad con las normas del Derecho Internacional, en la misma línea que lo hacen todos los países civilizados". "Somos el único Estado europeo que no osa investigar sus crímenes de guerra", lamenta.