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Interior veta los tatuajes a los ertzainas

Aprueba una norma que obliga a llevar el pelo limpio y saludar el himno español

Interior veta los tatuajes a los ertzainasNG

Bilbao. En la película Robocop 2, la introducción de un programa de buen comportamiento en el sistema del protagonista provocaba que perdiera la eficacia en su labor policial y que resultara incluso ridículo, padeciendo la mofa de un grupo de niños. En La chaqueta metálica, un marine sufría un dramático destino después de un durísimo periodo de instrucción en el que dejarse la taquilla abierta o esconder un donut de crema eran motivo de castigos ejemplares. La Ertzaintza cuenta desde ayer con una normativa sobre Imagen Corporativa que, pese a estar lejos de los ejemplos de ficción mencionados, encorseta la actuación y la imagen de los agentes hasta niveles extremos.

El viceconsejero de Seguridad, Miguel Buen, aprobó ayer la denominada Instrucción sobre Imagen Corporativa de la Ertzaintza, que delimita al milímetro los movimientos de los agentes, asemejando a la Policía vasca a un cuerpo militar. El reglamento auspiciado por el miembro del PSE no deja prácticamente ningún resquicio al azar, e incluye perlas como la obligatoriedad de llevar el niqui por dentro del pantalón y de lucir un afeitado correcto, el cabello limpio y un maquillaje discreto en el caso de las mujeres. Por descontado, se prohíbe mostrar tatuajes o piercings y se impone el saludo durante la interpretación del himno de España.

Este reglamento engloba y pone al día los preceptos recogidos en la Ley de Policía y en las sucesivas órdenes que regulaban esta materia. En un comunicado de prensa difundido ayer, el Departamento de Interior dirigido por Rodolfo Ares destaca "la importancia que la imagen pública de una institución como la Ertzaintza y de quienes la integran tiene para su buen funcionamiento y para su plena aceptación por parte de la sociedad".

La regulación de "la imagen" de la Ertzaintza, en el sentido más amplio del término, se divide en cuatro aspectos: la uniformidad, la imagen y aspecto personal, el saludo policial, y el cuidado del material y de las dependencias policiales. La mera descripción de las especificaciones incluidas resulta a todas luces sorprendente.

En lo que al vestuario se refiere, se detallan "disposiciones obligatorias" como la prohibición de colocar pins o emblemas sobre el uniforme y su combinación con prendas particulares. El polo se meterá dentro del pantalón, el cuello se doblará correctamente, las perneras del buzo ignífugo se colocarán encima de las botas y la cremallera del buzo se podrá abrir hasta un máximo de 10 centímetros.

Del mismo modo, se vuelve a incidir en cuestiones que habían sido objeto de polémica y que se supone que ya estaban resueltas. Es el caso de la supresión de la tradicional txapela roja del uniforme de calle y de su uso exclusivo en el trabajo de oficina o en actos ceremoniales. En su lugar, se estipula la utilización de la gorra con visera en las patrullas, como ya viene produciéndose desde hace meses.

Se especifica a su vez que los jefes de unidad serán los responsables de supervisar la correcta utilización del vestuario y de interpretar las distintas disposiciones. Ello abre la puerta a diferentes aplicaciones de esta normativa, justo cuando la unidad de intervención de Berrozi atraviesa un grave conflicto con su jefe de unidad a cuenta del vestuario empleado en un operativo.

Diez minutos para el café El apartado de la higiene de los ertzainas es quizás el más llamativo. Se deberá llevar siempre el cabello limpio y recogido, el que tenga pelo largo se lo recogerá en una coleta, se lucirá una barba o bigote arreglado y el maquillaje será discreto. No se portarán collares, pulseras o pendientes, ni se exhibirán móviles u otros objetos particulares.

Más aún: esta normativa prohíbe realizar durante el servicio trámites personales en oficinas, comercios, etc., y se autoriza un máximo de 10 minutos para tomar café, nunca alcohol. En las patrullas, se impide fumar o comer, "estacionar el vehículo innecesariamente en lugares apartados", leer libros o utilizar dispositivos audiovisuales de ocio. Todo ello da que pensar acerca de la opinión que los responsables del Departamento tienen sobre el ejercicio de su labor de los agentes.

En lo que al saludo policial se refiere, cuando un ciudadano se dirija a un agente, éste deberá saludar poniéndose en pie y llevando su mano derecha al lateral de la cabeza, al tiempo que expresa un "egun on, buenos días". Al terminar la conversación, se repetirá el mismo gesto. El trato será de usted y el tono será siempre educado y cortés. Asimismo, se obliga a mantener el gesto de saludo mientras suenen los himnos de Euskadi y de España, o de otras comunidades o Estados.

Por último, se extremará el cuidado de las dependencias policiales, se comunicará cualquier anomalía detectada y se prohíbe la colocación de cualquier elemento decorativo ajeno al mobiliario de dotación.