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Tres años del 17A: con juicio, pero sin procesados por asesinato

Hoy se celebra un homenaje a las víctimas del atentado yihadista, que dejó 16 muertos y 140 heridos

Tres años del 17A: con juicio, pero sin procesados por asesinato

- A los tres años de los atentados yihadistas del 17A en Catalunya, la justicia ha dejado en puertas de juicio a los tres únicos supervivientes de la célula, sin procesarlos por delitos de asesinato, una decisión que las víctimas ven con decepción pues amenaza con dejarlas sin indemnizaciones.

Con un formato adaptado a las medidas sanitarias, la pandemia no impedirá hoy el acto de homenaje con el que Barcelona recordará esa fatídica tarde del 17 de agosto de hace tres años, cuando el yihadismo golpeó por primera vez el corazón de Catalunya, de la mano de un puñado de jóvenes de Ripoll (Girona) de origen magrebí, y dejó, en unas horas, 16 cadáveres y cerca de 140 heridos.

Poco antes de las cinco de la tarde, Younes Abouyaaqoub daba inicio a la masacre con un atropello masivo, al volante de una furgoneta alquilada con la que zigzagueó durante 800 metros a toda velocidad por unas Ramblas atestadas de turistas: asesinó a 15 personas y dejó heridas, al menos, a otras 130.

Tras dejar la furgoneta sobre el mosaico de Joan Miró de las Ramblas, caminó hasta la Zona Universitaria de Barcelona, donde mató a cuchilladas a un joven para robarle el coche en su intento de fuga, que duró escasos días. El 21 de agosto los Mossos lo abatían en unos viñedos del Penedès.

Mientras tanto, otros cinco de los terroristas se pertrechaban de cuchillos y un hacha para intentar, ya en la madrugada del 18A, otra matanza en el paseo marítimo de Cambrils (Tarragona). Murieron tiroteados por los Mossos d’Esquadra tras arrollar con su coche a varios transeúntes, uno de los cuales falleció, y apuñalar a otros doce cuando volcaron el vehículo.

Fueron esos los ataques terroristas que improvisaron tras frustrarse el gran atentado que llevaban planeando desde al menos 2016, con la Sagrada Familia como principal objetivo, para lo que habían almacenado en un chalé de Alcanar (Tarragona) un centenar de bombonas de butano y entre 200 y 500 kilos de TATP -explosivo casero conocido como “madre de Satán”- que, según los investigadores, querían hacer estallar el 20 de agosto.

Por efecto del calor, la víspera del 17A los explosivos hacían saltar por los aires el chalé de Alcanar, en el que murieron dos de los terroristas, entre ellos Abdelbaki Es Satty, líder espiritual de la célula y quien emprendió en 2015 el adoctrinamiento del grupo de jóvenes como imán de la mezquita de Ripoll.

El 18 de agosto, Dáesh reivindicaba los atentados.

Después de tres años de investigaciones, la Audiencia Nacional ha zanjado la causa principal de los atentados sin ningún procesado por los 16 asesinatos y los heridos que provocaron los seis terroristas muertos en los ataques de Barcelona y Cambrils.

La sala de lo penal ha abierto juicio oral por los delitos de pertenencia a organización terrorista, fabricación de explosivos y estragos contra dos de los presuntos miembros de la célula: Mohammed Houli Chemlal -superviviente de la explosión de Alcanar- y Driss Oukabir, hermano de uno de los fallecidos y a cuyo nombre se alquiló la furgoneta utilizada en el atropello masivo.

En un criterio compartido por la Fiscalía y algunas de las acusaciones -Generalitat y Ayuntamiento-, la sala ciñe el papel de estos dos procesados a la pertenencia a la célula y los preparativos del atentado frustrado, sin vincularlos directamente con los ataques Barcelona y Cambrils, aunque ha dejado abierta la puerta a que las partes lo planteen en el juicio.

Decepción entre las víctimas. Gran parte de las acusaciones particulares ejercidas por las víctimas se han apresurado a desmarcarse de la Fiscalía, con escritos que plantean penas superiores a los 2.000 años de cárcel y prisión permanente revisable para los procesados, por los asesinatos e intentos de asesinatos de los ataques.

Homenaje a los fallecidos. El Ayuntamiento de Barcelona celebra hoy un sencillo acto justo en el mosaico de Joan Miró donde Abouyaaqoub detuvo su dantesco recorrido. Las víctimas ocuparán el espacio central de la ceremonia.

El portavoz de la UAVAT se lamenta de la falta cargos por asesinato.