- Los primeros ministros de Hungría, Viktor Orbán, y de Polonia, Mateusz Morawiecki, se reunieron ayer en Budapest para reafirmar su veto a los presupuestos europeos y expresar su rechazo a que el respeto del Estado de derecho sea una condición para el desembolso de fondos comunitarios.

En una comunicado conjunto los dos mandatarios anunciaron que los dos países se defenderán mutuamente en las discusiones actuales en la Unión Europea.

Ambos países, bajo procedimientos de la UE por vulnerar el derecho comunitario, vienen asegurando desde hace semanas que el condicionamiento de los fondos solo serviría como un arma con la que la mayoría podría obligar a países miembros a aceptar medidas con las que no estén de acuerdo.

En su comunicado los dos mandatarios acusaron a los demás líderes europeos de haber creado la actual crisis en el seno de la UE, que trata de encontrar un consenso sobre sus próximos presupuestos (2021 a 2027) y el desembolso de las ayudas comunitarias contra la crisis del coronavirus, en total unos 1,8 billones de euros.

"La propuesta actual no es aceptable para Hungría", aseguró el ultranacionalista Orbán y agregó que "serviría para crear la primacía de la mayoría y no del derecho".

Morawiecki, por su parte, agregó que el veto se debe a que la propuesta de condicionamiento "está motivada políticamente" y "podría conducir a la desintegración de la UE".

"Es una solución peligrosa y mala", advirtió el político polaco, del partido ultraconservador Ley y Justicia.

El veto de Hungría y Polonia al desembolso europeo del presupuesto podría retrasar más allá del 1 de enero de 2021 la entrada en vigor de las ayudas pactadas en julio por los Veintisiete, por las que España recibirá unos 140.000 millones de euros, de los que 72.700 millones serán en ayudas directas y el resto, en créditos.

Orbán y Morawiecki reforzaron su alianza y afirmaron que ninguno de los dos dará su visto bueno a "ninguna propuesta que la otra parte considere inaceptable" y aseguraron que están interesados en buscar una solución "para que los recursos estén lo antes posible a disposición de los Estados miembros".

140.000

El veto puede retrasar los 140.000 millones de euros pactados para la recuperación en España, 72.000 millones en ayudas directas.

El primer ministro polaco advirtió que es "inadmisible" que la UE se coloque "moralmente" por encima.