El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, han mostrado sintonía institucional y operativa frente a los altercados en Barcelona de las últimas semanas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél.

Lo han expresado tras una reunión en la que también han participado el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès; la consellera de la Presidencia, Meritxell Budó; el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero; el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, y el intendente mayor de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, entre otros.

Sàmper ha asegurado que ambas instituciones lanzan un mensaje de unidad institucional y de rechazo a la violencia, así como una petición para que "entre todos se pueda separar el ejercicio de los derechos fundamentales de reunión y manifestación de las acciones violentas".

Ha explicado que han convocado al Ayuntamiento para conocer "la visión de los dispositivos de seguridad del consistorio y poner a disposición de la Guardia Urbana todos los elementos de estudio que se puedan hacer para proteger sus comisarías".

Además del incendio de una furgoneta de la Guardia Urbana con un agente en su interior este sábado, Sàmper ha recordado que el pasado 16 de febrero se produjo un ataque "inaudito" contra la comisaría de los Mossos d'Esquadra en Vic (Barcelona), así como incendios en un semáforo y entidades bancarias que han puesto en riesgo las viviendas próximas.

Colau ha asegurado que "la violencia nunca está justificada, nunca es el camino, y menos cuando se pone en peligro la integridad de las personas", y ha remarcado la coordinación operativa y de confianza entre los Mossos y la Guardia Urbana de Barcelona.

Sàmper también se reunirá la tarde de este lunes de forma telemática con Aragonès, Budó y alcaldes de otros municipios afectados por los altercados, incluida Colau, a iniciativa de la Conselleria de Interior, que el sábado por la noche ya empezó conversaciones con todos ellos.