El Tribunal Supremo ha inadmitido a trámite una querella de Vox contra el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, los ministros y los consejeros del Gobierno catalán integrantes de la llamada Mesa de diálogo a quienes acusaba de un delito de conspiración para la rebelión.

La querella del partido que lidera Santiago Abascal también iba dirigida contra el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y los portavoces parlamentarios del PSOE y Unidas Podemos.

El tribunal señala en su auto que "no existe base alguna, mínimamente sólida (...) que permita considerar, siquiera en los referidos términos indiciarios o prima facie que resultan propios de este momento procesal, que los querellados conspiren para cometer un delito de rebelión o se encuentren en cualquier fase orientada a la preparación del mismo".

Para la Sala, "la querella constituye, en su conjunto, una impugnación o crítica completa a la línea política seguida por el Gobierno de España" en relación al procés y a la postura del Ejecutivo en el marco de la organización territorial del Estado.

Los magistrados sostienen que eso es una "crítica, plenamente legítima en el plano político, como legítima es también la posición contraria" y, por tanto, "será en el ámbito político y, en último y soberano término en el propio de la contienda electoral, donde deberá ventilarse".